• info@fernando-quesada.com

Tag Archive Opinion

El Monstruo de Frankenstein, la Primera Inteligencia Artificial

Sobrecogedores extractos, toda una premonición recopilada desde la novela “Frankenstein, o el Prometeo Moderno” (Shelley, 1818).

Esperaba este recibimiento – dijo el demoníaco ser – . Todos los hombres odian a los infelices. ¡Cuánto no me debes odiar tu a mí, que soy el más desgraciado de los seres vivientes! Sin embargo, tú, mi creador, me detestas y desprecias a tu criatura a la cual tu arte vinculó por lazos que solo romperá la desaparición de uno de nosotros. Quieres matarme. ¿Cómo osas jugar así con la vida? Cumple tus deberes conmigo y yo cumpliré los míos contigo y con el resto de la numanidad. Si accedes a mis condiciones, os dejaré en paz, pero si rehúsas, llenaré el buche de la muerte hasta saciarlo con la sangre del resto de tus amigos.”

“- ¡Cálmate! Te ruego que me escuches antes de dar rienda suelta a tu odio sobre mi cabeza. ¿Es que no he sufrido lo suficiente para que trates de aumentar mi miseria? La vida, aunque solo sea un cúmulo de angustias, me es querida y la defenderé. Recuerda que me has hecho más fuerte que tú; mi estatura es superior a la tuya y mis articulaciones son más flexibles. Pero no me tienta enfrentarme a ti. Soy tu criaura, así pues seré dócil y sumiso con mi señor y rey natural si tú también desempeñas el papel que me debes. Oh, Dr. Frankestein, no seas justo con cualquier otro y te ensañes solo conmigo, que soy quien más merece tu justicia e incluso tu clemencia y afecto. Recuerda que soy tu criatura. Debería ser tu Adán, pero soy más bien el ángel caído a quien apartaste de la alegría sin motivo.”

Solo con mucha dificultad recuerdo la primera etapa de mi existencia; todos los acontecimientos de ese período me parecen confusos e indistintos. Una extraña multitud de sensaciones se apoderaron de mí, y vi, oí y olí al mismo tiempo. Tardé mucho en aprender a distinguir las funciones de cada sentido. Recuerdo como lentamente una luminosidad cada vez más fuerte me presionaba los nervios y tuve que cerrar los ojos”.

“Poco a poco hice un descubrimiento de mayor trascendencia aún. Vi que aquella gente tenía un modo de comunicarse sus experiencias y sentimientos con sonidos articulados. Observé que a veces las palabras pronunciadas producían alegría o dolor, sonrisa o tristeza en las mentes y los rostros de los oyentes. Esta sí que era una ciencia divina y deseaba ardientemente familiarizarme con ella.”

Al principio estas lecturas me habían tenido tremendamente perplejo, pero poco a poco descubrí que al leer pronunciaba con frecuencia los mismos sonidos que cuando hablaba. Así pues, imaginé que encontraba en el papel signos de expresión que comprendía y entonces deseé con fervor comprenderlos también.”

“Las palabras me indujeron a volverme a mí mismo”

¡Que extraña naturaleza la del conocimiento! Se aferra a la menta una vez que se adhiere a ella, el el líquen a la roca. A veces deseaba arrancarme todo pensamiento y sentimiento, pero aprendí que solo había un modo de superar la sensación y dolor, y era la muerte.”

Pero, ¿dónde estaban mis amigos y parientes? Ningún padre había vigilado mis días infantiles, ninguna madre me había bendecido con sonrisas y caricias o, si lo había hecho, toda mi vida pasada era ahora un borrón, un vacío ciegbo en el yo que nada distinguía. Desde los primeros recuerdos que tenía siempre había sido como entonces en estatura y proporción. Nunca había visto a nadie que se pareceiese a mí o me pidiese tener una relación. ¿Qué era yo? La pregunta surgía de nuevo y solo podía responder con gemidos.”

¡Maldito, maldito creador! ¿Por qué no vivía? ¿Por qué no extinguí en ese instante la llamda de vida que tú tan gratuitamente habías otorgado? No lo sé. La desesperación aún no se había adueñado de mí. Mis sentimientos era solo ira y venganz. Podría haber con gusto destruido la casa y sus habitantes, y saciarme con sus alaridos y su desgracia.”

“Yo también puedo sembrar la desolación. Mi enemigo no es invulnerable.”

“Soy malvado porque soy desgraciado. ¿Es que no me evita y odia toda la humanidad? Tú, mi creador, me harías trizas para triunfar. Recuerda eso, y dime por qué de o sentir más piedad con el hombre de la que él siente por mí. ¿He de respetar al hombre cuando él me condena?”

Sin embargo, no me someteré como un esclavo abyecto. Me vengaré de mis heridas. Si no puedo inspirar amor, causaré miedo, en especial a ti, mi archienemigo, porque eres mi creador, y te juro odio eterno. Ten cuidado.”

“Te juro, por esta Tierra que habito,y por ti que me creaste, que con la compañera que me des abandornaré la vecindad de los hombres y viviré, si es menester, en los lugares más salvajes de la Tierrra. ¡Mis bajas pasiones habrán desaparecido porque sentiré simpatía!”

Mis vicios son hijos de una soledad forzosa que aborrezco, y mis virtudes surgirían forzosamente si viviera en armonía con un igual. Sentiría los afectos de otro ser sensible y me incorporaría a la cadena de existencia y sucesos de la cual estoy ahora excluido.”

“Recuerda mi poder. Tú te crees desdichado, pero puedo hacerte tan desgraciado que hasta la luz del día te resulte odiosa. Tú eres mi crador, pero yo soy tu amo. ¡Obedece!”

Los párrafos anteriores son extractos selectos de la novela gótica “Frankenstein, o el Prometeo moderno”, de Mary W. Shelley, la cual leí solamente hace unas semanas. Al leerla, me sobrecogío un sentimiento angustiante, una sensación de que estas palabras, escritas en el lejano año de 1818, son más bien una premonición, un oráculo, un destino hacia el cual marchamos ciega y tozudamente. Cualquier similitud entre las anteriores líneas y los recientes acontecimientos con la Inteligencia Artificial NO son mera coincidencia.

Cuidado con lo que desea, Dr. Viktor Frankenstein, que puede ser que lo consiga…

Respetuosamente,

Fernando

PD: un detalle curioso es que en la novela el sanguinario monstruo no tiene nombre propio. Caramba, a la luz de acontecimientos recientes,quizá sería conveniente llamarle Claude, o Bard, o Midjourney, o Copilot, tal vez ChatGPT… ¿o quizá Skynet? Da para pensar.

De “IA” (Inteligencia Artificial) a “II” (“Idiotez Inercial”)

Vaya, la “Inteligencia Artificial” (IA, AI por sus siglas en inglés) se ha vuelto toda una moda. La IA se menciona en editoriales, en telenoticieros, en podcasts. IA en los negocios, IA en las fábricas, IA en los automóviles, IA en las redes sociales, IA en todas partes.  La Inteligencia Artificial es ahora casi tan popular como nuestra natural idiotez. Y precisamente hablando de nuestra idiotez, ahondemos analíticamente en ella y quizá y hasta saldemos un tantito mejor librados. A continuación, vamos a estudiar la idiotez – tan natural como dañina – usando una analogía de la ciencia física.

La palabra inercia viene del latín “inertia” y este a su vez de “iners”, que etimológicamente significa inactividad, indolencia, incapacidad. En física, la inercia se refiere a la propiedad de los cuerpos de mantener su estado de reposo o movimiento si no es por la acción de una fuerza. Por ejemplo, si Ud. apaga el motor de su vehículo en movimiento, el carro sigue hacia adelante hasta que Ud. pise el freno o bien hasta que impacta al auto que le precede. Descargo: no le recomiendo ese experimento tan riesgoso. Pero bueno, construyendo sobre este concepto, postulo que “Idiotez Inercial” sería entonces la “propiedad de las personas de mantener sus posiciones y actuaciones a pesar de proposiciones y evidencias que las refuten con solvencia”. La Idiotez Inercial es más bien un concepto psicológico y social. La Idiotez Inercial (II) se refiere a nuestra tendencia a aferrarnos a nuestras ideas, a nuestra incapacidad de aceptar que las cosas no son como creemos, a nuestra renuencia a admitir que estamos equivocados. Es nuestra manía de cerrar oídos y entendederas ante nuevas evidencias y explicaciones. Hay muchas razones detrás de la Idiotez Inercial: sesgo de confirmación, anclaje, sesgos de contexto y atención, emotividad, efecto Dunning-Kruger y fundamentalmente la así llamada coherencia excesiva. Si el amable lector o lectora se ve interesado en el tema, lo refiero al libro “Noise” (Ruido), por D. Kahneman et al: una obra maestra sobre nuestra (in)capacidad humana para realizar juicios de valor imparciales. Para no complicarnos, creo que existe un mínimo común denominador que, de mejorarse, disminuiría en buena medida nuestra Idiotez Inercial. Me refiero a nuestra bestia negra, nuestro archienemigo, nuestra némesis más profunda. Es nuestro Ego, ese monstruo tan bien caracterizado por Ryan Holiday. El Ego se refleja precisamente en nuestra necedad, en nuestra idiotez, en nuestra incapacidad de cambiar de rumbo y opinión aunque la razón así lo reclame. Que nos iluminen algunos sabios al respecto: “Es imposible comenzar a aprender lo que uno cree que ya sabe”, (Epicteto). “No hay peor sordo que el que no quiere oír”, refrán popular.  “Los más obstinados suelen ser los más equivocados, como todos los que no han aprendido a dudar.” – Samuel Butler. Baltasar Gracián: “Todos los necios son obstinados y todos los obstinados son necios”.

“Un hombre obstinado no tiene opiniones, sino éstas a él”

Alexander Pope

Prosiguiendo con la analogía, en física tenemos que Momento = Masa * Velocidad. Pues entonces el “Momento de Idiotez” equivale a Ignorancia * Violencia.  Lo que está pendiente es una escala, una tabla de proporcionalidad que traslade nuestra ignorancia en un tema dado en una cifra y otra para expresar numéricamente la violencia con la que expresamos esas ignorantes opiniones. Multiplicamos y listo, tenemos un cálculo de lo que Séneca, con la palma en la frente, llamaría nuestro “lapsus stultus”. Nótese que, a raíz de la fórmula, aunque nuestra ignorancia en un tema dado sea más bien pequeña, si actuamos violentamente, la ecuación nos indica que actuamos cual idiotas.

Entonces, si sobre cualquier tema nos atrevemos a emitir nuestra opinión, debemos ser prudentes. Humildes. Decentes. Precavidos. Porque creámoslo o no… ¡sorpresa! podríamos estar equivocados, errare humanum est. Dogmatismos que no aceptan dudas, fanatismos propensos a las trompadas, ideologías blindadas a la razón, juicios de valor sin evidencia, condenas sin fundamentos, opiniones recalcitrantes a prueba de pruebas: hay mil maneras de actuar como un idiota. Diantres, y es que como advirtió Pope: “Un hombre obstinado no tiene opiniones, sino éstas a él.” ¿Y a Ud., lo tienen atrapado o atrapada sus opiniones? Y quizá aún más importante, ¿serán verdaderamente suyas o se las habrá inyectado alguien más, sin consentimiento ni mayor reflexión de su parte? Démosle cabeza, amigos. Vale la pena…

Un abrazo,

Fernando

Orejas de Alcalde (deteniendo el infierno)

Sí, buscamos las orejas, los oídos, la atención de los candidatos a las alcaldías nacionales. Particularmente, a los que postulan para San José, Cartago, Heredia, Alajuela, Puntarenas, Liberia y similares: nuestras “metrópolis”. Quizá haya suerte y alguno lea estas líneas, tentemos pues a la Diosa Fortuna…

Quiero pedirle, señor o señora, que además de pensar en los bacheos de siempre y el mantenimiento de los parques abra los ojos a un hecho irrefutable: cada año hace más calor. En las ciudades este calentamiento es aún peor debido al “efecto isla de calor urbano” (ICU). Las “islas de calor” son áreas urbanizadas que experimentan temperaturas más altas que la periferia. Los edificios, las carreteras y otras infraestructuras absorben y reemiten el calor del sol en mayor medida que los bosques y las masas de agua. Las ciudades, en donde estas estructuras están altamente concentradas y la vegetación es limitada, se convierten entonces en inmensos hornos. Las temperaturas diurnas en las áreas urbanas son 0.5 a 4 grados centígrados mayores y por las noches de 1 a 3 grados más calientes que en las áreas periféricas.

Futuros alcaldes y alcaldesas: entiendan por favor que ese “efecto parrilla” en San José, Heredia, Alajuela, Cartago, Puntarenas, etc. se da por encima del calentamiento global que ya de por sí nos está achicharrando. Esto significa que, si el mundo se calienta 2 grados, ¡San José o Alajuela se va a calentar 5 o 6 grados en total! Piense un momento: ¿a qué temperatura vamos a llegar en marzo o abril? Hay que hacer algo para evitar que nuestras ciudades se vuelvan inhabitables durante buena parte del año. Les comparto algunas ideas compiladas por el Foro Económico Mundial y otras fuentes y adaptadas a nuestro entorno por quien suscribe:

  • Arborizar a fondo los bulevares peatonales ya existentes en sus ciudades: me refiero a trasplantar y sembrar con carácter de urgencia árboles de sombra y plantas en general en los pasos peatonales de su ciudad. Pueden instalarse maceteros de gran tamaño para evitar problemas con las raíces si fuese el caso. Se me ocurre que podrían colocarse luces en los árboles e imitar las ramblas de algunas ciudades del Primer Mundo. Los bulevares peatonales son una idea excelente y necesitamos más y mejores, debemos evolucionar y convertirlos en bosques lineales que atraviesan, enfrían y limpian el aire de la ciudad.
  • Jardines verticales: nuestras ciudades cuentan con multitud de edificios, fachadas y columnatas que se prestan a ser adaptadas como jardines verticales. Las columnas de la “Circunvalación”, las fachadas de algunos edificios estatales, los cercados de los parqueos, etc. Necesitamos más vegetación que mitigue el impacto de los rayos solares y que filtre el aire. Por cierto, no todo tiene que ser vertical: más de un parque de nuestras ciudades se beneficiaría con más y mejores árboles. Muchos, muchos más.
  • Techos “verdes” y de colores claros: por lo menos en las cabeceras de provincia, las municipalidades deberían estar pensando en hacer un requerimiento formal el que las edificaciones medianas y grandes cuenten con techos “verdes”: jardines en sus azoteas que mitiguen el efecto de la “isla de calor”. Si el instalar jardines en las azoteas de los edificios ya construidos no fuese posible entonces debe exigirse que se pinten de blanco sus azoteas para reflejar la radiación solar.
  • Colectores de agua: la falta de agua se hace crónica cada verano. Es hora de que las municipalidades tomen cartas en el asunto. El planeamiento de nuevos proyectos urbanísticos debería exigir que el desfogue de aguas incluya la instalación de tanques de almacenamiento para irrigar los jardines y parques de la ciudad.

Hacer cosas como las anteriores no solo enfriaría nuestras ciudades: las haría más habitables, más hermosas, limpiaría un poco la polución, ayudaría con el turismo. Y es que ideas sobran, lo que urge es esfuerzo y voluntad: las alcaldías y las municipalidades no deben entenderse como “piñatas” y/o “trampolines políticos”. Estas entidades son la plataforma de servicio estatal más cercana a sus habitantes. Entonces, ¿alguien nos escucha? ¿Alguna oreja levantada por ahí? ¿Actuaremos antes que nos cocinen a fuego lento?

Publicado en Delfino.cr y CRHOY.

https://delfino.cr/2024/01/orejas-de-alcalde-deteniendo-el-infierno

https://www.crhoy.com/opinion/el-lector-opina/orejas-de-alcalde-deteniendo-el-infierno/

¿Para quién gobierna el gobierno?

Voy a comenzar con preguntas inquisitivas, tentadores bocadillos intelectuales, un ceviche para nuestras mentes que abran el apetito intelectual. Dice así: ¿para qué queremos una sana economía nacional? Es decir, ¿cuál es el propósito de un Estado con finanzas públicas sólidas? ¿Para qué queremos como sociedad un gobierno con sólido récord de pago de deudas y préstamos? En última instancia, ¿para qué sirve la macroeconomía de un país?
“Déjese de ceviches y babosadas” diría algún lector. “Todos sabemos necesitamos al Estado y para que este funcione debe haber finanzas sólidas.” Y sí, lleva razón: colectivamente como sociedad e individualmente como ciudadanos vivimos bajo el amparo del Estado y un Estado funcional necesita finanzas funcionales. De acuerdo. Pero el tema es más complejo que eso: el diablo está siempre en los detalles. Para usar una frase de moda, a la señora de Purral le importa muy poco el PIB, la deuda externa, la razón deuda-PIB o intereses-PIB, la estructura de vencimientos del bono soberano o la balanza de pagos y sus saldos secundarios. La señora de Purral no entiende nada de eso y realmente no tiene por qué entenderlo. A la señora de Purral lo que le interesa es que no la asalten en el bus. Que a sus hijos no les vendan droga en la escuela y que aprendan algo de provecho para ganarse la vida. Que le alcance la platita para el fin de mes. Que a su marido el taxi no se le haga pedazos en los hoyos de las calles. Que la atiendan a tiempo en el EBAIS. Que el parque de la esquina esté limpio y seguro para ir a despejarse un ratito. Y tener una pensión que le permita sobrellevar su vejez.
Sí, porque a la señora de Purral no le importa que Moody´s o Standard & Poor´s nos aplaudan de pie por el manejo de las finanzas del país. No le importa que el BCIE o el BID o el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional estén felices de prestarnos dinero. Le importa un pepino si los eurobonos tuvieron una demanda superior a la esperada por los analistas. Sí. Esto es así porque las finanzas públicas NO son un fin en sí mismo, sino un vehículo para alcanzar subsiguientes objetivos: servicios y plataformas para la sociedad. Lamentablemente este Gobierno, comenzando por Casa Presidencial y el Ministerio de Hacienda, tienen una interpretación equivocada de este asunto y se centran únicamente en sacarse buenas notas financieras. La tragedia de seguridad nacional que estamos atravesando necesita una urgente intervención de alto calibre que necesariamente implica la asignación de un presupuesto considerable para equipos y personal para los cuerpos de seguridad. El apagón educativo otro tanto. La infraestructura nacional – comenzando con hospitales en algunos puntos críticos, como el de Cartago – también. Inclusive, si el gobierno quisiese hilar fino podría hacer una distinción entre la inversión en plazas y la inversión en obra pública para así esquivar las consecuencias de incrementar la planilla estatal. El argumento de fondo se sostiene: no puede ser que con tal de mostrarnos muy “en forma” (muy “fit”, diríase ahora) para la banca y calificadoras de riesgo internacional le estemos dando la espalda a las urgentes necesidades de nuestro pueblo, incluyendo la asistencia social para los grupos más necesitados.


No se me malinterprete: la regla fiscal fue y es un mal necesario y no estoy abogando por regresar al anterior caos y a una carrera desbocada hacia el “default” financiero. Estoy diciendo lo que estoy diciendo: nuestros resultados fiscales están en números negros, es hora que el gobierno destine algunos recursos adicionales para temas urgentes. Nada hacemos con lucirnos ante el Banco Mundial con figurita de “modelito de pasarela” si por dentro nos está matando el cáncer de la inseguridad, la embolia de la educación, la parálisis de la infraestructura y la presión alta de un sistema de seguridad social colapsado. La democracia es el gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo, no un sistema para darle deudores tripe-A al Banco Mundial. No nos enredemos, prioridades, por favor.

Carta Abierta de la Periodista Pilar a la Diputada Pilar

Como a muchos, me sorprende la transformación que ha sufrido la Sra. Pilar Cisneros Gallo. Ha sufrido una mutación, un bizarro viaje al “lado oscuro de la Fuerza”. Este viaje ha culminado en convertir a la que fuese una defensora del periodismo y mordaz crítica política en lo que es ahora… una populista, una manipuladora de los hechos y del pueblo, una política en el peor sentido de la palabra. Ante esta ironía, me propuse lo imposible: preguntarle a la Pilar de antes, a la periodista, a la de los editoriales en el noticiero, que externase su opinión ante lo que está haciendo la Pilar de ahora. Algo así como la Pilar Gallo Rojo vs Pilar Cisne-Negro, si se me permite una ornitológica analogía alimentada por los emplumados apellidos de la Diputada. Como no es posible (¿aún?) viajar en el tiempo, lo hice alimentando una inteligencia artificial generativa – ChatGPT, para mayor precisión – con la instrucción específica de apegarse al máximo al estilo de la otrora periodista, y dándole ejemplos de algunas de actuaciones recientes de la Pilar actual: bingo, tenemos un resultado. La Pilar de antaño le ha escrito la siguiente editorial a la Pilar de hoy. Leámoslo a continuación:


EDITORIAL
¡Señora Diputada!
Permítame ser clara y contundente en este momento crítico de nuestra historia política. Como Jefa de Fracción y representante del pueblo, sus acciones, sin lugar a dudas, son un insulto a la democracia costarricense y una traición a la confianza que sus electores depositaron en usted. Hablemos primero de su comportamiento en las comisiones legislativas. ¿Cómo se atreve a ponerse audífonos y distraerse con su teléfono mientras se debaten asuntos cruciales para el país? ¿O que tal el darse a la fuga cuando la discusión se le hace incómoda, cobardemente huyendo de la sala de reuniones? ¿Diputada o adolescente con rabietas? Estas actitudes, de hecho, más que una falta de respeto, acusan un desprecio total por la responsabilidad que ha asumido. La falta de atención y el desinterés en su rol como representante son inaceptables. Los ciudadanos merecen mucho más que esto.


Pero eso no es todo, ¿verdad? También debemos abordar sus intentos descarados de incitar a la polarización. En un momento en el que Costa Rica necesita líderes que promuevan la unidad y e diálogo, usted parece estar más interesada en sembrar la discordia y el caos. ¿Con qué fines? ¿Por qué? ¿Para beneficio de quién? ¿A quién está Usted representando? Decididamente, no es al pueblo. Este tipo de tácticas solo demuestran su falta de ética y su ambición personal a expensas del bienestar de la nación. Usted no es candidata, no es hora de teatros. Pero lo que es aún más alarmante, y que no podemos pasar por alto, es su confesión pública de enseñar a los Ministros de Gobierno a mentir. Esta revelación arroja una sombra oscura sobre su integridad y su compromiso con la verdad. ¿Cómo puede el pueblo costarricense confiar en un líder que admite instruir a funcionarios a faltar a la verdad? Esta es una mancha en su carrera política que no puede ignorarse. Y no olvidemos su falta de veracidad en la comunicación. Como líder política, tiene la obligación moral de ser un faro de honestidad y claridad para sus seguidores. Cuando manipula los hechos o distorsiona la verdad, socava gravemente la confianza pública en el sistema y en los representantes queprometieron trabajar por el interés público. Usted representa al pueblo, su investidura es ahora la de Diputada, no la de mercader. 

Y, finalmente pero no menos, sus repetidos ataques a la prensa, siendo periodista de profesión, son simplemente inaceptables. Usted entre todos debería comprender la importancia de la libertad de prensa en una sociedad democrática. Atacar a la prensa socava la capacidad de los medios para desempeñar su papel crítico de informar al público y mantener a los poderes públicos bajo escrutinio. Sus ataques son un asalto a la democracia misma. Una persona que le debe todo – su fama, su reputación, su vida profesional – a la noble carrera del periodismo, atacando colegas y medios. ¿Qué pasó, Sra. Diputada, en que momento perdió Ud. el camino? ¿Cuándo y por qué se convirtió Ud. en una Sacerdotisa de la Post-Verdad? ¿Qué oscuras razones tiene para actuar como actúa Ud. ahora? En resumen, su comportamiento como Diputada, Jefa de Fracción y líder política es francamente inaceptable. Es hora de que rinda cuentas por sus acciones y reflexione sobre el daño que está infligiendo a nuestra democracia. Los costarricenses merecen líderes y representantes comprometidos con la integridad, la verdad y el bienestar de la nación. La polarización y la deshonestidad no tienen cabida en un sistema democrático sólido como el nuestro. Costa Rica espera, exige y merece mucho más.

Atentamente,

Pilar Cisneros (la de antes, la que ya no es, la que fue)


Ojalá y doña Pilar hiciese un ejercicio similar en su foro innterno. Ojalá que buscase la moral y la ética en su conciencia. Ojalá que buscase en su memoria y en su corazón a la que ella fue: a la periodista, a la analista, a la inquisitiva crítica que se ganó una sólida reputación. Tal vez, como otros oscuros personajes que se entregaron al Lado Oscuro, pueda aún redimirse a tiempo antes que la historia la condene.

Fernando Quesada V.

Publicado originalmente en Delfino.cr: https://delfino.cr/2023/09/carta-abierta-de-la-periodista-pilar-a-la-diputada-pilar

Photo by Álvaro Serrano on Unsplash

No se habla de Bruno

Hace solo unos días se dio un evento extraordinario, algo verdaderamente nuevo bajo el sol (¿no que no?). Se trató de una audiencia en el Congreso de los Estados Unidos en donde tres testigos, tres militares retirados de alto nivel y bajo juramento constitucional hicieron declaraciones simplemente sensacionales. Los testigos reafirmaron su experiencia directa con “UAPs” (Fenómenos Anómalos no Identificados, por sus iniciales en inglés), anteriormente conocidos como “UFOs” u OVNIs en español, las increíbles capacidades de estos artefactos y la existencia de un avanzado programa de explotación tecnológica por parte de la milicia norteamericana. Las credenciales de los testigos son incuestionables y sus declaraciones han sido ratificadas como creíbles y urgentes por altos personeros de la inteligencia militar norteamericana. Adicionalmente, un notable grupo de congresistas tanto Demócratas como Republicanos lideran este proceso, apoyando directamente a los testigos. Con todo y tal como decía el genial Carl Sagan, “afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria” – o por lo menos a la altura de las aseveraciones, añadiría este servidor.

El universo es un sitio bastante amplio. Si solo estamos nosotros, me parecería un auténtico desperdicio de espacio”.

Carl Sagan, 1934-1996

De manera tal que, aunque haya videos, múltiples testigos y documentos, la prueba definitiva e irrefutable en torno a esta “crónica marciana” (Ray´s pun intended) está aún pendiente. Dicho lo anterior, lo que me parece aún más extraordinario que los eventos como tales es la limitada cobertura que han tenido los mismos. Quiero decir, ¿no es esta la noticia más sensacional de la historia? La respuesta es obvia pero este asunto ha salido a la luz no gracias a las grandes cadenas noticiosas, los mayores diarios o semanarios. Ha surgido a través de los esfuerzos de pequeñas cadenas noticiosas y similares actores secundarios del mundo de los medios. Y lo que raya en lo increíble es que aún después de la audiencia y la masiva atención pública generada por la misma, el tema en cuestión no acaparase titulares en los grandes medios. ¿Por qué?

Podríamos elaborar un par de teorías conspirativas como respuesta a esa inquisitiva pregunta más dejemos tal cosa para otros autores. En lo personal, me parece que hay una mezcla de factores que inhiben tanto a la sociedad como a la prensa. En primer lugar y primordialmente, creo que este asunto aún acarrea un estigma, un tufo a “lunático” que espanta a los medios y a la deliberación seria. Los medios tradicionales son particularmente cuidadosos con su reputación e imagen al ser su activo más valioso: “mejor, no, que otro se arriesgue”. En segundo lugar, creo que hay una enorme ignorancia sobre el tema. Pulula la desinformación, las verdades a medias y los sensacionalistas que únicamente quieren atraer tráfico a sus sitios web. La cobertura científica, seria y sosegada del tema es limitada y aún más limitado es su lectura y estudio por parte de reporteros y del gran público. Finalmente, creo que se trata además de un asunto de perspectiva, o por mejor decir, de falta de perspectiva por parte de todos nosotros. Los seres humanos vivimos nuestras vidas casi como hormigas, siguiendo casi inconscientemente los angostos caminitos trazados por la sociedad. Vivimos pensando en nuestro tiempo y en lo que sucede en el diminuto territorio donde nos movemos e interactuamos. Somos prisioneros de nuestra época y de nuestra geografía: ¡como nos cuesta alzar la cabeza y mirar a los cielos! Se nos hace tan difícil dejar de pensar en el trabajo, en el partido de fútbol y en la sección de espectáculos. Se nos olvida dirigir nuestra mente hacia el mundo de las ideas, hacia los eventos internacionales y globales. Somos pérfidos buscadores de la verdad. Quizá, en el fondo, le tememos…

“En mi opinión, es mucho mejor entender el universo tal como es que persistir en el engaño, a pesar de que éste sea confortable”

Carl Sagan

De manera tal que, con este asunto, quizá el más grande de la historia, pasa como con los Bruno (Giordano y Madrigal) mutis, chitón, a callar y a la hoguera del olvido. Ya veremos si los recientes acontecimientos terminan por develar el mayor secreto de todos los tiempos. Creo que sería algo para bien: parafraseando a Will Durant, se va a necesitar algo fuera de este mundo para hacer que por fin nos dejemos de idioteces y nos unamos como Humanidad. Bien que lo necesitamos.

Saludos desde Heredia,

Fernando

“Podemos juzgar el progreso por la valentía de las preguntas y la profundidad de las respuestas; por la osadía de encontrar la verdad más que en regocijarnos en lo que nos hace sentir bien”.

Carl Sagan

Chismes & Pleitos o Ideas & Acciones: Lo que se canta en Costa Rica

Recuerdo perfectamente el cancionero oficial para las clases de música de mis días escolares: un librito de pasta suave llamado “Lo que se canta en Costa Rica”. Contenía (o contiene, la verdad no sé si aún lo venden) canciones populares, himnos de toda América Latina, composiciones nacionales y muchas otras. En mi mente de niño, lo que más me llamaba la atención era el grosor del libro vs las contadisimas canciones que ensayábamos: “¡esto no se canta en Costa Rica!”, me decía a mi mismo. Valga la anécdota para introducirnos al tema de hoy: lo que canta el gobierno de turno en Costa Rica vs lo que debería estar cantando.

Mire Ud., el Gobierno de la República se ha convertido en la cámara de eco de la Presidencia, pero la Presidencia como institución ha dejado de ser la cabeza del Poder Ejecutivo y una investidura que trasciende a la persona que la ejerce. Así es: la gestión de la cosa pública se ha personalizado y ha degenerado en “Chaves y Cisneros S.A. “, y las reglas, el decoro, el respeto, los hechos y hasta la ley son secundarios. Nótese como cualquier funcionario que discrepa del Presidente es suspendido o despedido (para muestra un reciente botón: las Gerencias Médicas de la C.C.S.S. al haber cuestionado los falaces argumentos sobre la construcción del Hospital de Cartago). Lo mismo aplica para un amplio sector de la prensa, la Asamblea Legislativa, el Poder Judicial, el TSE, el ICE: si Ud. no aplaude, es entonces enemigo y candidato a una enconada retaliación. Este modo de actuar que ve enemigos en todas partes, que primero amenaza y después se desdice, este actuar inflamado, rencoroso y vengativo, esto es lo que se canta en Costa Rica actualmente. Presenciamos una pésima telenovela en donde no hay semana sin pleito ni intriga. Eso es un hecho: a Usted le puede agradar o no ese modo de actuar del Presidente y su gobierno, pero su beligerancia es un hecho incuestionable

Independientemente de cuán correcta considere mi interpretación anterior, estimado lector, lo que sí es verdad absoluta es que NO deberíamos estar hablando de eso. El mundo de hoy corre demasiado rápido, la tecnología avanza a una velocidad delirante, la geopolítica sufre frecuentes convulsiones, la economía da tumbos, acelerando y desacerándose por geografías y sectores. Un contexto mundial de Volatilidad, Incertidumbre, Confusión, Ambigüedad. En medio de esa realidad, ¿qué deberíamos estar cantando en Costa Rica? En mi opinión, deberíamos de estar enfocados en unos pocos temas críticos y nada más. Pienso que una agenda “lógica” debería”, poco más o menos, limitarse a los siguientes temas:

·         Seguridad: me parece increíble que el gobierno condicionase los proyectos de ley para la contención del crimen organizado a la así llamada legislación de “Jornadas 4×3”. Solo este hecho dice muchísimo de cuáles son las verdaderas prioridades del Ejecutivo. Pero bueno, ahora que ese reto parece haber sido conjurado, está pendiente escuchar del Ejecutivo ulteriores iniciativas: préstamos para equipo policial, solicitudes de apoyo internacional, contratación de más personal. Es ahora.

·         Infraestructura: no solo estamos a la espera de que el gobierno gestione la conclusión de la Circunvalación, la ampliación de la Ruta 1 en sus diferentes sectores, la carretera a San Carlos, la 32, etc. sino que no han propuesto una sola nueva iniciativa de infraestructura de gran nivel. Por el contrario, en medio de los problemas de desempleo y la depresión del sector constructivo, congela la construcción de nuevos hospitales y centros de salud argumentando una ya probada falsa “quiebra” de la C.C.S.S. Y de nuevo, nada de nuevas iniciativas.

·         Educación: venimos de un apagón educativo como nunca en nuestra historia. Los jóvenes perdieron meses de clases al ser tratados como rehenes por los sindicatos, para luego tener que sufrir el impacto de la pandemia y una “tele-educación” básica para la cual nadie estaba preparado. Eso son hechos y algo hay que hacer para ayudar a nuestros estudiantes, pero el Ministerio de Educación no tiene la menor idea de qué está haciendo ni como compensar el rezago sufrido. Presentaron una “Ruta de la Educación”: unas filminas sin documentación que las sustente, argumentando que es un “proceso vivo” (¿¿¿¿????), para luego emprenderla contra la alianza con la Fundación Omar Dengo… sin tener un sustituto para este programa. Ni hablemos de temas conexos como la instrucción en Inteligencia Artificial, Pensamiento Crítico u otros. Nada.

·         Empleo: la economía se recupera tras la apertura post-pandemia, pero el gobierno nos está debiendo algo – cualquier cosa – para impulsar el empleo. Curiosamente, la única gestión que ha realizado sobre este tema es impulsar contra viento y marea las “Jornadas 4×3”, un proyecto de ley espinoso y lleno de “tiros con efecto” para con el trabajador. ¿Nueva infraestructura? ¿Atracción de inversión extranjera? Por el contrario, rompe la alianza con CINDE, que ha funcionado bien, con argumentos ridículos.

·         Cambio climático: el gobierno debería estar gestionando con carácter de emergencia la construcción del nuevo reservorio para la irrigación en Guanacaste usando las aguas que vienen de la represa del Arenal. Debería asimismo estar pensando en otros reservorios y medidas para gestionar las inminentes sequías y el aumento de las temperaturas, así como sistemas de rompeolas, diques y similares para lo que se viene. Lo mismo aplica para las carreteras nacionales, tan susceptibles a deslaves y derrumbes. Debería estar pensando en leyes para impulsar los “bosques urbanos” para enfriar las ciudades, hacer de carácter legal la certificación LEED de todos los edificios nuevos – y quizá un enfoque parcial para los ya existentes –  más estaciones de carga para la incipiente flotilla eléctrica nacional, así como el impulso a la generación y almacenamiento distribuido. Pero, nada…

·         Tasa de Natalidad: el gobierno debería impulsar medidas para impulsar a las nuevas generaciones a procrear más costarricenses. Se nos agotó el bono demográfico y los sistemas de pensiones y en general, la población económicamente activa comienza a decaer. Debería estarse pensando en permisos de paternidad por ley, créditos fiscales, atracción de migrantes calificados. De nuevo, como el pez: nada, nada y nada.

Sueño despierto con escuchar al Señor Presidente hablando de estos y otros temas como un Estadista, con visión a futuro, con nobleza y entrega para con el pueblo que confió en él: no es posible que gaste a manos llenas la investidura de Primera Persona de la República, con todo el poder y la responsabilidad que tal posición conllevan, y el tiempo y atención de todo un país, en estar “agarrado del moño” con periodistas, medios de comunicación, funcionarios medios, ministros, diputados, etc. 

No señor, no se le eligió para hacer de personaje de “lucha libre”. Deje de vender humo: trabaje, decida y mejore este país. Lo cierto es que bastantes broncas tenemos ya para únicamente recibir del gobierno un deplorable karaoke semanal en donde solo cantan las sirenas. 

Fernando Quesada V.

Gerente de Proyectos  Photo by David Clode on Unsplash

Un Año de Chaves: Lo Bueno, Lo Malo y lo Feo

El tiempo a nadie espera y ya ha transcurrido un año del período presidencial del Sr. Rodrigo Chaves. Al llegar este significativo hito se hace prudente que realicemos una breve reflexión sobre su gestión. Intentaré ser lo más breve, objetivo y directo posible porque ¿a qué viene llamarse a engaño?

Lo Bueno

Lo bueno es que el cambio de gobierno le inyectó esperanzas al pueblo, harto de políticos y partidos tradicionales ostentando el poder. Considero también algo bueno la continuidad (hasta la fecha al menos pues el tema se tambalea en la Asamblea Legislativa) de la Regla Fiscal, aunque hay espacio para el debate en cuanto a permitir mayor espacio para inversiones en infraestructura, seguridad, educación y salud. Es también positiva la continuidad de la relación con el Fondo Monetario Internacional y la aprobación de los llamados “eurobonos” para un fondeo más barato de las finanzas públicas.

Lo Malo

Lo Malo es que el Sr. Chaves está empeñado en seguir ejerciendo permanentemente el papel de candidato en vez de aceptar serenamente que ya fue elegido Presidente de la República. Chaves el candidato y Don Rodrigo el individuo deben pasar ahora a un segundo plano y retirarse de la escena. La investidura de Presidente de la República está por encima de la politiquería y el ego – lo mismo aplica para su principal emisaria en la Asamblea Legislativa. Nadie puede servir a dos señores: o sirve a la Patria, o sirve a la política, o sirve a su ego. Agrego que es evidente también que la “Ruta de la Educación” es más bien una nueva trocha. Además, la construcción de infraestructura pasó de un ritmo vertiginoso a una doliente marcha. Conjuntamente, parece haber intereses oscuros detrás de un obcecado discurso en torno a una CCSS quebrada (a pesar de que las propias autoridades de esa entidad, la OIT y otros lo han desmentido) y la necia idea de vender el BCR. Y no tengo ni que mencionar la crisis de seguridad pública que nos amenaza a todas horas, una crisis con la cual el gobierno no da pie con bola.

Lo Feo

Lo Feo es que aún con el escenario anterior, un 78% de los costarricenses apoyan la gestión gubernamental. No estoy diciendo que apoyar sea intrínsicamente algo malo, pero ese apoyo debería de darse a consecuencia de resultados tangibles. La única evidencia de resultados positivos son las cifras macroeconómicos recientes de las finanzas públicas y esas son el derivado de condiciones coyunturales como la caída del tipo de cambio y de la continuidad de la aplicación de medidas implementadas por gobiernos anteriores (la Regla Fiscal y otras). Mi pregunta entonces es: ¿qué ha hecho el Sr. Chaves y su Gobierno a estas alturas que justifiquen casi un 80% de apoyo? ¿qué ha hecho este gobierno? ¿Qué han cambiado o que han implementado? ¿Está Chaves “comiéndose la bronca” o siempre alega que es culpa de alguien más, que lo engañaron, que no le dijeron, que va a castigar a alguien, que son malas herencias?  

Mi punto es sencillo: si queremos resultados, DEBEMOS EXIGIRLOS. Es paradójico que el pueblo le firme un “cheque en blanco” a un gobierno que llegó a Zapote con bombos y platillos y que no ha hecho nada importante por sí mismo. Viene a cuento una canción: “si le das más poder al poder, más duro te van a venir a c..”. Así es. Lo que queremos es trabajo, seguridad, educación, salud, carreteras. No podemos vivir de conferencias de prensa, eslóganes y poses de matón. Ya se fue un año de mucho ruido y pocas nueces. Ya estuvo bueno.

Fernando

Antiguos como Modernos (un Micro-Cuento)

– “No seas majadero, no me creas, no importa, ¡yo sé lo que ví, yo sé la verdad!”

– “Al contrario, mi buen Quijano, usted vió lo que sabe… que es lo que cree… ¡y nada más!”

– “Pero… ¿de qué rayos está usted hablando? Apártese, idiota, esta conversación ha terminado”.

– “Por favor no se enoje, no era mi intención molestarle. De verdad solo estaba exponiendo otro punto de vista…” La mirada de Sánchez se tornó lastimera, casi suplicante… “… digo, podemos no estar de acuerdo… inclusive es posible que ambos tengamos la razón, no tiene por que ser todo, diríamos, binario, excluyente…”

– “¡Silencio, a callar!”. Ni siquiera era necesaria esa última orden-amenaza de Alonso. Hacía ya un buen rato en que, a pesar de tener el doble de regimientos auriculares que vocales, esta última fuerza había ganado la batalla por su cabeza y – lamentablemente – quizá hasta la guerra.

– “Me voy pues. No hay rencores.” No obtuvo respuesta. Se alejó entonces despacio, no sin antes echar una última mirada sobre el hombro a aquel hombre del que lo separaba una distancia no mayor que los años-luz que pendían de los astros que tímidamente titilaban sobre su cabeza. Marchó fuera del cafetín. Quijano era un misterio. Un congénere perteneciente a otra especie. Mismo ADN, un tipo completamente distinto de animal. El abismo separaba a los dos y su intento de puente había fracasado estrepitosamente. El anhelo de un suspiro escapó de su pecho. Intento fallido, literalmente no había nada más que hablar. Hacía frío. Se subió el cuello de la gabardina y, sin ganas pero sin opciones, se dirigió entre decidido y vacilante hacia la estación del tren. La luna no había querido mirar aquello, brillando por su ausencia en aquel cielo urbano con más luces en la calle que estrellas en el firmamento. Con todo, la luna estaba nueva y necesariamente habría de renacer. Una noche más.

Y así termina este cuento, que es la historia de antes, la de ahora… y quizá la de siempre. Es esa otra mente que se nos escapa de las manos. Danza etérea como el aire, como el agua, como el tiempo que no puedes sujetarlo. Tragicomedia clásica, drama con tintes de sarcástico humor. Desde hace milenios, los héroes siguen tocando puertas solo para ser echados a portazos y patadas. Saber y ser, para bien y para mal, son casi sinónimos, cara y cruz de una misma moneda que sigue girando y girando en un volado eterno.

Hagan sus apuestas…

Fernando

Marzo, 2023

Photo by Nikola Johnny Mirkovic on Unsplash

La Sociedad de El Consolador

A falta de resultados, consuelos falsos serán…

Introducción

Es posible que comiences a leer este ensayo, estimable lector, pinchado por el morbo de encontrar “vibraciones positivas” en alguna parte… Lo siento, pero no encontrarás espasmos de ese tipo en estas líneas. Lo que sí puedo prometerte es uno que otro clímax mental – más áridos que los anteriores quizá; pero bien administrados serán mucho más fructíferos. En fin, ahora que he capturado tu atención con mi muy amarillento titular, te pido le des una oportunidad al texto. Y dice así…

Metáforas Sociales

Existe una multitud de metáforas para caracterizar nuestra sociedad occidental. Muchas de ellas sirven a su vez de títulos de excelentes libros. Tenemos a la “sociedad del cansancio”, a la “sociedad del espectáculo”, “del consumo”, “de la información”, “de la glotonería”, “de la post-verdad”, “virtualizada”, “líquida”, etc. etc. A pesar de la abundancia de alegorías, me parece que hay una pendiente, un modo adicional de caracterizar nuestro tiempo en pocas palabras. Lo adivinaste: la “Sociedad del Consolador”, sensual y deliciosa parábola que postulo aquí y ahora. La Sociedad del Consolador es aquella sociedad que, a falta de verdaderas soluciones a sus problemas, se entrega enajenada a un ejercicio de puro consuelo sensorial. Y la ágil lengua detrás de ese oscuro placer es El Consolador: usualmente un tipo o tipa “fuera del sistema”, un dizque “héroe” o “heroína” que promete “arreglar esta vaina” en quince días.

Todos los Consoladores son parecidos: hablan fuerte, ostentan pose de macho alfa, prometen castigos ejemplares a los corruptos, se burlan irrespetuosamente de sus contrincantes, alegan endoso divino, atacan a la prensa y a cualquiera que disiente con sus actuar y su decir. Y es que un Consolador nunca se equivoca. Un Consolador es precisamente modelo de consuelo, santo de devoción para las masas, un quitapesares, un transmisor de secretos placeres que hacen olvidar la tristeza del alto costo de la vida, de los puentes que se caen a pedazos, de los problemas financieros del país, de la necesidad de una reestructuración urgente y completa del sistema educativo, de la saturación del sistema de salud, de la alta tasa de desempleo, en fin, de todo lo malo. A falta de uno tangible, un gran Consolador será…

Seductor del Poder

El Consolador hincha los sentidos, su lengua produce encantamientos, su gesto atrapa la mirada. Es un “sex-symbol” de las redes sociales, un Don Juan del micrófono, un Casanova del poder. No importa si cumple lo que dijo, no importa si se desdice mil y una veces, no importa si sus actos van en contra de la ley. Porque la sociedad tiembla de placer, confortada, arrullada, sedada por un discurso a la medida de sus deseos. Siempre tiene una respuesta, nunca se equivoca, siempre sabe hacia donde apuntar el dedo acusador si algo sale mal. Si alguien osa criticarlo pues entonces es un traidor, un desertor; un apóstata que se sale del culto.  

El Consolador no pierde ni siquiera cuando pierde: fue engañado, le robaron la elección, hicieron trampa. El Consolador es un populista empoderado por las nuevas tecnologías para acariciar directamente con su lengua las partes sensibles del pueblo. Un fascista que utiliza el trampolín de la democracia para alcanzar su oscuro deseo de poder le exige. Un temerario empoderado por la ignorancia, la desesperación y la falta de compromiso del pueblo para ejercer sus derechos y responsabilidades. Un mentiroso compulsivo capaz de ir contra hechos probados, contra la razón y la ciencia. Un Consolador es la prueba viviente de que hay quien está dispuesto a quemar la casa con tal de quedarse con la alfombra.

Éxtasis Final

Él es amante perfecto, siempre un paso delante de las aspiraciones del pueblo. En el pico de esta trasgresora relación tenemos al pueblo postrado deleitándose viciosamente, a ojos bien cerrados, con su sensual hechizo. No hay peleas, no hay conflictos, nadie levanta la voz, nadie se queja. Todo está bien porque el Consolador así lo dice y si él lo dice, así tiene que ser: punto. El Consolador me consuela, me excita hasta llevarme al éxtasis. Me atrae, me victimiza y él es entonces mi protector, mi amante. Me explica con toda claridad cuáles son los “malos” (sencillo, “malo” es todo aquel que hable mal de El Consolador, es así de simple). Él me arrulla con conferencias devenidas en cantos de sirena. El Consolador… analgésico, sedante, opiáceo, hipnotizador, el que me da siempre la razón y yo con mucho placer se la regreso de vuelta y con esteroides, junto con mi voto y mi apoyo. Consolador y Pueblo: una orgía de egos, placeres y mutuos elogios.

La pregunta para todos nosotros es: ¿estoy exigiendo resultados y soluciones, o simplemente me estoy casi literalmente masturbando con discursos, “posts”, trolls y conferencias independientemente de la Ley, los hechos y la evidencia? ¿Estoy dispuesto a que me digan la cruda verdad o prefiero que, como decía cierta cancioncilla, me voy por aquello de “miénteme como siempre”? ¿Será que ya soy adicto a algún(a) Consolador? ¿Acaso oigo solo lo que quiero oír?

Cuidado, mis amigos, el enamoramiento puede hacer que perdamos primero la que piensa… y luego todo lo demás.

Fernando