COURSE: Delivering PMP cert preparation at INTEL CR
“In learning you will teach, and in teaching you will learn.” ― Phil Collins
Have I shared that I love teaching? If not, here it goes: I DO, I just love it. It´s just that teaching, when done from the heart, goes way beyond an unidirectional transfer of data: to put it in geeky terms, a network/ethernet hub can do that, in any case. The real value comes from a very different place. The best teaching puts the “professor” in a frank, open conversation with the class. The best sessions are a true exchange of perspectives, experiences and ideas, where the teacher leaves the archaic and imaginary podium so revered in the past century and becomes a facilitator. There is – and there should never be – shame in a “I don´t know” answer – both from a student or a professor. There is no disrespect in a “Let´s research together” statement and there is no better feedback than a frank, open smile from the class. And this safe exchange & study environment was what we constructed together at the latest PMP Certification Preparation course delivered to a group of leaders from INTEL Costa Rica. For over two months, and powered by the Universidad Nacional (UNA) “Open Education” area, we met every Thursday at the modern and massive local headquarters and explored together PMI´s approach to Project Management, the PMBOK, it´s interpretation and shared anecdotes, tips and knowledge: we LEARNED.
Furthermore, we simulated the actual certification exam and discussed strategies for taking the test (BTW – free tip: if you want to certify, you not only need the experience and the theory, you need preparation and a plan to attack the test per-se. In other words: you not only need to know, you need to prepare to answer efficiently). We also dared to challenge the theory, following the “start with why” principle (S. Sinek). Mind-maps, process flowcharts and “put-it-in-your-words” exercises made terms and ideas palatable and catchy. Tough topics and gray areas were not hidden and as a group, we searched for answers, with different persons serving as trailblazers at different times. And humor was a true ally to us all.
May this short post put in writing my gratitude to these excellent professionals, to the Universidad Nacional (UNA) and to INTEL Costa Rica: buckle up, new PMPs on the horizon – THANK YOU GUYS for all what I learned from you!
Sincerely,
Fernando
“Only those who look with the eyes of children can lose themselves in the object of their wonder.” ― Eberhard Arnold
Me piensan, luego… repito.
“Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos.” – Buda
Exacto: el título de este post está parafraseando a René Descartes (1596-1650) quien dijera aquello de “Pienso, luego existo”. Porque de lo que deseo conversar el día de hoy con usted, amable lector, es sobre el lento pero constante viaje en que nos hemos embarcado como sociedad hacia la tercerización (“outsourcing”, diríase en “espanglish”) de nuestro propio criterio: ¡qué pereza nos da pensar! Cada día renunciamos más y más a hacer nuestras propias indagaciones, a hacer nuestras propias elecciones, a llegar a nuestras propias conclusiones y a generar nuestras propias creaciones. Nos estamos convirtiendo lentamente en parodias de nosotros mismos, en “consumidores absolutos”, casi como aquellos obesos, obsesos, pasivos y sumisos idiotas caracterizados en la genial película “Wall-E”. Dicen los expertos que el pensamiento crítico será uno de los talentos clave en el mercado laboral de los próximos lustros. Y es que, a contrapelo de la demanda, es un bien que se está agotando rápidamente. ¿Por qué sucede esto a un ritmo cada vez más veloz? Además de la mencionada y prehistórica pereza, consustancial al ser humano, sugiero los siguientes factores aceleradores:
- El “inocente” meme: por supuesto que hay algunos que son francamente divertidos e inocuos, pero en general lo considero peligroso, sobre todo cuando versa sobre temas álgidos, léase política, religión, sociedad y similares. Las siguientes características así lo justifican: primeramente, su mencionada y supuesta“inocencia”. A ver, es solo una imagen con un brevísimo texto, muchas veces divertido: ¿qué podría salir mal? Pero, ¡cuidado! El meme es una fábula pequeñita, un “cuentito”, y los seres humanos somos absolutamente receptivos a las historias – no en vano el “storytelling” es otro de los “skills” o talentos preciados para el mercado laboral del futuro. Estamos predispuestos a escuchar y creer la información en forma de historias: el sabio y largirucho de Abraham Lincoln lo tenía muy claro. De forma tal que adoptamos el meme con una rapidez que da vértigo, sin evaluar para nada el caso. Prueba de ello es lo rápido que se hacen virales. Pensemos: ¿A quien no le ha pasado que le envian (¡o envía!) un meme totalmente inconveniente para un chat del trabajo o de la familia? Es que la tentación es demasiada y no pensamos, saltamos sin reparos a la acción: reír, enojarse, sufrir para luego hacer “forward”. Sumado a esto, el meme llega siempre auspiciado bajo el nombre de un amigo(a), lo cual proyecta un traicionero halo de confianza… ¡zaz! Tenemos entonces que el inocente meme es más bien un misil tele-dirigido a nuestras fibras más sensibles. Está hecho para hacernos reaccionar. Y lo consigue espectacularmente.
- Los políticos populistas operando en redes sociales: construyendo sobre el punto anterior, podemos decir que la política se ha “Whatsappizado” y la guerra mediática se ha trasladado a las redes sociales. Creo que el punto de inflexión se dio con la campaña presidencial de Donald Trump, quien le recordó al mundo que, a pesar de la disponibilidad de información y datos de esta era del Internet, la gente escuchará solo lo que quiere escuchar (y ojalá en solo 140 caracteres o mejor aún, en un… meme). Este tipo de personajes sacan lo peor de nosotros, pues a lo que apelan es a que apaguemos la corteza cerebral para que así nos controlen nuestras emociones. Privilegian el discurso “ellos versus nosotros”, usan todo tipo de falacias (eg, ad-hominen, cortinas de humo, emotividad), creando división y asperezas como un recurso para ganar popularidad. Viven del conflicto y de la auto-adulación.
- Cognición cultural: aunado a lo anterior tenemos una característica inherente al ser humano, como lo es la distorsión mental de los hechos para ajustarlos al “guion oficial” de nuestro grupo social o ideología de referencia: con tal de encajar, nos contamos y creemos (otra vez) una historia. Cualquier cosa que contravenga el “guión oficial” de nuestra tribu se deshecha o como mínimo, se deprecia, en tanto que cualquier cosa que apoye la versión oficial de la manada – y particularmente la de su líder o portavoz – se apoya y se valoriza. Un ejemplo brillante es la polarización actual en la sociedad norteamericana entre demócratas y republicanos en donde cada parte justifica cualquier actuación del grupo al que se pertenece y sataniza a priori lo que sea que venga del otro partido. Es casi como ver el futbol: el árbitro pareciera siempre estar pitando en contra de nuestro equipo. Hmmm…
La mescolanza de los anteriores factores sumado a otros los cuales omito por efectos de brevedad (eg, algoritmos que nos dicen por donde conducir, que comprar, que películas mirar; “burbujas de información”, la omnipresencia de internet, etc.) nos llevan entonces a un escenario en donde se nos muestra lo que queremos ver, cuando lo queremos ver, como lo queremos ver. Nunca como ahora la REALIDAD se ha devaluado tanto, es la era de los “alternative facts” – son los tiempos de la réalité a la carte – “Ahem, ¿qué realidad se le ofrece al señor(a)?”. Nosotros mordemos ferozmente el anzuelo, para luego aletear felices mientras los “pescadores” (políticos, religiosos, medios noticiosos, mega-corporaciones) halan sonrientes el hilo, mirando el sabroso y delirante cardumen. Y es que el resultado final de todo esto es que ya no somos porque ya no estamos pensando: estamos repitiendo opiniones y elecciones pre-fabricadas sin hacer la menor interrogante, sin buscar la menor evidencia ni evaluar opciones ni argumentos. Alguien más (un político, un pastor, un empresario), alguien ajeno a mi me define, me forma y me deforma. Nosotros consentimos y atacamos al que difiere de la opinión de la tribu sin apego a ninguna lógica o razonamiento propio; y para colmo de males utilizamos material que nos re-envió un amigo… pero de validez absolutamente incierta y creado por una fuente convenientemente anónima.
A usted, amigo lector, le exhorto, abramos los ojos. Que no la tengan tan fácil los arriba mencionados “pescadores”. Hagamos valer el refrán aquel de que “para hablar y comer pescado…”. Porque casi sin darnos cuenta hemos caído en un dilema existencial: ¿Homo Sapiens u Homo Repetitie? ¿Hombres o cotorras? Mejor seamos, es decir, pensemos.
Un saludo a don René Descartes donde quiera que se encuentre.
Fernando
“Quien poco piensa, se equivoca mucho.” – Leonardo da Vinci
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Inflada, infame, INFLACIÓN (para reir y pensar)
Les comparto una sencilla idea. Más que una idea, supongo que es una deducción, una extensión en tono jocoso de un concepto originalmente económico (porque se vale reir al pensar, ¿no?) Y ese concepto es… la temida inflación. Cuando escuchamos ese término, inmediatamente pensamos en la subida de los precios, en otras palabras, en el enfoque financiero. Y bueno, si de inflación económica hablamos, hay inflación, estanflación, deflación, inflación gradual o caminante (como zombie, lenta pero segura), inflación galopante (¡arre!), hiperinflación (la obesidad mórbida del billete) y otros sabores para todos los gustos, sustos y disgustos. Por cierto, que cantidad de palabras terminadas en “-ción” tienen estas líneas. Da para escribir una… canción.
Pero bueno, continuemos con la argumentación: a mi parecer estos tiempos que corren nos bombardean con otros tipos de inflación que no saben a billete y sin embargo vivimos tan saturados de información (esto parece ya una ¡maldición!) que simplemente no estamos conscientes de ellas. ¿Qué tal la inflación de certificaciones técnicas y similares? En el caso de los profesionales, esto se manifiesta desde oficinas saturadas de diplomas (fíjese en las paredes del consultorio de un médico de renombre: hasta el diploma del kinder tiene ahí guindando); muros de LinkedIn más largos que una telenovela mexicana y firmas de correo con más certificaciones que títulos de nobleza tenía Luis XVI. Al final uno o sabe si decirle Toño o “Dr. MBA PhD MSc” al caballero en cuestión (“dígame, Licenciado”). ¿O qué hay de la inflación de los nombres de los roles y puestos de trabajos? Es así como ahora tenemos todos el honor de, al llamar al call center, ser atendidos por un Ejecutivo miembro del Board etc. etc. etc. Lo de CEO está también ya desgastado… habrá que inventarnos algo que suene más inflado. ¿Y qué hay de la infla(ma)ción del tamaño físico de los modelos de automóviles? Parecen tener una tendencia natural a crecer conforme cambian de año, con compactos que pasan a sub-compacto, a medianos y terminan como camionetas monstruo… aunque en el fondo sean el mismo carro. Podría jurar que la cada vez más cara gasolina le transmite el virus inflacionario al carro: esteroides hidrocarburados. Este último ejemplo nos lleva a la inflación de nuestras propias personas, con esta modernísima moda de engordarnos en un mundo donde por primera vez en la historia más personas mueren por obesidad y sus dolencias relacionadas que por hambre… sabrosa degeneración será. Noción casi tan sabrosa como la inflación del tamaño de las porción, de las tazas de café, de los platos y de los postres: mmm, pura y gastronómica pasión.
Mi conclusión (ta, ta…) es que nos estamos ahogando en inflaciones; saturados de etiquetas, artefactos y lípidos que no agregan genuino valor a nuestra sencilla y hermosa humanidad. Vivimos inflados de títulos, inflados de carros, inflados de papas fritas, inflados de perfumes, de teléfonos y de “likes”, porque en el fondo, lo que sucede es que de ego inflados también estamos. Pura y vacía ilusión. Urge ponernos a dieta. A una dieta muy especial. Vaya vaya, a menuda deducción estamos arribando. Por lo pronto, yo me voy al gimnasio – a inflar estos bíceps se ha dicho. Terminamos así con deliberación, contradicción y emoción. ¿Cuál es la lección? ¡DI NO A LA INFLACIÓN! Y atención porque… se acabó esta narración.
FIN
Material complementario:
¿Sabía que el porcentaje ideal de inflación en la economía NO es cero? En la economía norteamericana está calculado como del 2%. Más información aquí.
Brutos, ciegos, sordomudos: cegados por la ideología
“Ser capaz de entretener un pensamiento sin aceptarlo es la marca de una mente educada.” – Aristóteles
Tómese Ud. la molestia de revisar los comentarios en redes sociales sobre cualquier noticia polémica, dígase política, religiosa, social o inclusive económica. Fíjese cuántos de esos comentarios comienzan con calificativos como “Capitalistas”, “Progresistas” (o “Progres”), “Empleados públicos”, “Comunistas”, “Socialistas”, “Troskos”, “Izquierdas”, “Ateos”, “Derechas”, “Sindicalistas”, “Judíos”, “Cristianos”, “Latinos”, “Liberales”, “Conservadores”, “Demócratas”, “Republicanos”, “Tecnócrata”, “Burócrata” y un largo etcétera, por no mencionar expresiones francamente peyorativas, trolls, “fake news”, insultos y atrocidades. Estos comentarios que inundan las redes sociales son el reflejo pleno de nuestra incapacidad como individuos para seguir el doble consejo de Bertrand Russell en su mensaje a las futuras generaciones (disfrútenlo abajo): atenerse a los hechos y practicar la tolerancia. Conversemos brevemente sobre el tema.
Primeramente, el insigne filósofo, matemático, ensayista, crítico social, escritor, lógico y premio Nobel de Literatura inglés (porque Russell fue todo eso y más) nos indica que hay que aferrarse a los hechos y estrictamente a los hechos. En otras palabras, este gran sabio reivindica la importancia de la objetividad absoluta a la hora de analizar un asunto. Esto implica de nosotros un doble esfuerzo. Para comenzar, hay que acallar el “animal” que habita en nosotros, esa voz que nos impele a huir o atacar: si de analizar un tema se trata, y muy especialmente si es por escrito, las emociones tienden a ser muy malas consejeras. De remate, aunado al esfuerzo contra-natura de cortar con el impulsivo instinto hay que hacer un segundo esfuerzo para ponernos en, usando términos de Julia Galef en una magnífica charla TED, un modo mental (“mindset”) de “explorador” . A lo que voy es que es materialmente imposible buscar la VERDAD si de antemano hemos descartado cualquier perspectiva que no sea la propia. Y es aqui donde el “filtro ideológico” nos ciega. Por ejemplo, un comunista podría caer en el error de descartar cualquier propuesta fiscal que implique impuestos para la clase trabajadora, sin sentarse a analizar las consecuencias de esa decisión. Un liberal podría descalificar ad-portas cualquier sugerencia de establecer un sistema de seguro social o un fondo solidario de pensiones. Un religioso conservador podría atacar cualquier sugerencia para conceder derechos a grupos LGBTI sin reparar siquiera en analizar de qué se trata la iniciativa en cuestión. Y esos mismos personajes pueden caer fácilmente en la tentación de apoyar cualquier idea en tanto resuene con las propias: mentalidad de manada, refuerzo al ego, resistencia al cambio, sesgos mentales… Estos y otros ejemplos tienen algo en común: no se está escuchando a la contraparte a menos que nos agrade su opinión. O como dice una famosa frase sobre la comunicación, escuchamos no para comprender, sino para replicar, para rebatir, para negar. Eso no conduce a explorar, a aprender, a entender. Eso es… diálogo de sordos. Súmese a esto la emotividad y pasamos al insulto, al ataque ad-hominem y a toda una suerte de lindezas. Lo cual nos trae al segundo consejo de Russell: tolerancia. Tenemos que aprender, de alguna manera, a vivir unos con otros. Irónicamente, muchos credos que pregonan doctrinas cercanas al amor son de los más intolerantes para cualquiera con una perspectiva distinta de la vida. Desconfiemos de cualquiera que alimente la polarización y los enfoques “binarios”: nosotros los “buenos” vs ellos, los otros, los diferentes, los ajenos, los raros, los “malos”…
Hay muchas otras lecciones por extraer de este razonamiento “russelliano”. Si Usted lee algo y siente enojo, es señal de alerta. No se trata de atacar al mensajero o de juzgarlo a priori. Otra señal casi inequívoca de prejuicio y abandono del dialogo es el uso de etiquetas como introducción al comentario, y en general, la calificación del adversario en detrimento del tema (eg, ” este progresista”, “esta comunista”, “este demócrata”, etc.). Tratemos el ASUNTO en cuestión con objetividad, buscando entre todas las partes la VERDAD, que al final de cuentas es lo único que importa. En palabras de P. Barahona-Kruger, debe privar un “(…) principio de razón que impone una lógica cartesiana: lo bueno es bueno aunque lo haga mi enemigo y lo malo es malo así sea obra de mi amigo.” Con-versemos en busca de esa verdad. Y hagámoslo con respeto: que no nos ciegue la ideología, sea esta religiosa, económica, política o cualquier otra. Hechos y tolerancia. Verdades. Invariablemente.
Hasta siempre, Bertrand Russell…
Fernando
“Los hechos son cosas obstinadas; y cualesquiera que sean nuestros deseos, nuestras inclinaciones, o los dictados de nuestras pasiones, estos no pueden alterar el estado de los hechos y de la evidencia.” – John Adams
Material complementario:
Charla TED de Julia Galef: https://www.ted.com/talks/julia_galef_why_you_think_you_re_right_even_if_you_re_wrong
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FOTO/PHOTO: El viejo portón / The old gate
Supongo que nos sucede a todos: situaciones, momentos, imágenes que simplemente se nos abalanzan, nos embisten como un tren que enceguece y congela en un trance casi místico. Provocaciones, anzuelos, señales. Son esos escenarios que nos traen al verdadero presente – algo que tanto necesitamos en este mundo que come tantas ansiedades – para luego ponernos a soñar. Nos atrapan, nos traen al ahora y nos recuerdan aquello de “Primum vivere, deinde philosophari” (primero vivir, después filosofar). Instantes eternos. Me sucedió hace unos días al contemplar… un viejo y ruinoso portón: el que Usted mira en la foto. Debo admitir que la imagen no es buena. No le hace ni cercanamente justicia a ese mágico rincón. La parte técnica de la fotografía no es lo mío (quizás algún amable lector quiera darme unos consejos). Pero sí tengo la capacidad de presentir la presencia de una imágen digna de ser robada del inexorable paso del tiempo: esa importancia que resalta en lo ordinario y lo ordinario que se esconde en lo importante.
Hoy solamente quería invitarlo a mirar esta imagen. A mi me provoca nostalgia. Tal vez algo más que eso… me causa “saudade”, como dirían mis amigos de Brasil. Porque… presiento tantas historias escritas en torno a este viejo portón. Tantos encuentros. Tantas despedidas. Tantas esperanzas. Tantas tristezas. Casi puedo ver a una niña trepado en el portón. Es pequeña para su edad. Tiene ojos azules y se esfuerza para tratar de ver a su madre que la saluda desde lejos en el camino… ella se estira desde el porton, sonríe y dice “adiós” con la mano. Su madre camina hacia la jornada con el paso renovado de quien tiene una causa para luchar. Veo a una pareja coqueteando al atardecer, recostados sobre la viejas columna. Ella esboza un gesto entre tímida y cómplice. Él simplemente la mira embobado. Atisbo luego a un hombre sudoroso, sucio tras el duro trabajo, cerrándolo al final de la jornada. Tiene el gesto de una urgente esperanza escondido entre los arrugas que surcan su curtido rostro cual espejo del campo arado. Su familia necesita una buena cosecha: son muchas bocas que alimentar.
La imagen es a la vez una puerta a muchos pasados, a un gastado presente y a un incierto futuro. Hay una extraordinaria belleza en ella. La una vez rojiza pintura se cae de las desgastadas columnas; el metal se vence ante el tiempo, llorando lágrimas de herrumbre. El incierto camino esconde un destino más allá de lo que aquí sembramos y de lo pretendemos cosechar. O quizás, como diría R. Frost, sea un camino no elegido, quizás…
Y a Usted, ¿qué le evoca el viejo portón? Démonos el necesario, merecido y fundamental gusto de dejarnos asombrar. Soñemos. Vivamos el momento: que no se nos escapen los instantes. De ellos se compone la vida: la mía, la suya, y ante todo, la que construimos juntos.
Un abrazo,
Fernando
Mi primera entrevista en la RADIO
“Esto es lo que me gusta de la radio: el no saber qué va a ocurrir.” – Luis del Olmo
Pues les cuento que el viernes 31 de Agosto estuve por primera vez en la radio. Permítanme contarles a continuación, brevemente, esta maravillosa experiencia…
Primero que todo, debo decir que no tengo formación profesional como periodista: lo mío es empírico y si tengo algún comando al menos “potable” de la palabra se lo atribuyo a lo mucho que disfruto de la lectura. Dicho eso, el punto sigue siendo válido: no soy ni por asomo un locutor profesional. De tal manera que a mi llegada a la estación radial adonde fui invitado estaba algo ansioso: los seres humanos somos muy malos administradores de la incertidumbre. Sin embargo, la cordialísima bienvenida del anfitrión, nada menos que el señor José Luis Altolaguirre. y el co-anfitrión, Daniel Suchar, fue determinante: se me trató como a “uno de la casa” y eso generó confianza.
Y bueno, que les cuento… se sienta uno y mira a los otros panelistas, cada uno con un micrófono de gran tamaño sostenido por una base ajustable: el micrófono me “miraba”, me “escuchaba”, me “invitaba” a un franco diálogo como si tuviera el oído de multitudes al frente. Al lado, tras un cristal, el profesional de audio controlando la consola. Y entonces, 3,2,1… ¡al aire! Lo curioso es que… nada cambió (era la misma habitación, la misma gente) pero todo se hace diferente durante ese lapso. La conversación se vuelve entonces un acto mágico, que combina el debate, el juego, el humor, el análisis… todo eso sumado a un imponderable, a “algo más:” la invisible presencia de los oyentes. Se los digo con franqueza: se siente “algo” – aquel que dijo que la radio es un medio de comunicación de una vía no tiene nada de poeta. Fue casi metafísico. Aunado a esa parte “espiritual” del intercambio, el uso de redes sociales permite el contacto directo con la audiencia, pero a mí (ingenuo soñador) me gusta concentrarme solamente en la etérea sensación de “estar al aire”.
La conversación se dió entonces con mucha naturalidad. La calidad de los interlocutores (me refiero a mis compañeros) permitió un intercambio analítico, sosegado y a la vez divertido sobre la economía nacional y el transfondo que tiene el sistema educativo sobre esta – para bien y sobre todo para mal.
Podría escribir aquí de lo que conversamos… pero creo que estaría desvirtuando una amena conversación. Es mejor escucharla, pueden hacerlo aquí. Fuí de hecho invitado a una segunda entrevista realizada el 5 de Septiembre (aún no tengo el link disponible, apenas lo consiga lo compartiré).
Quisiera cerrar diciendo que deseo repetir esta experiencia: la radio es una conversación íntima… entre miles de personas.
Fernando
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LIBRO/BOOK: La inteligencia emocional / Emotional Intelligence by/por Daniel GOLEMAN
Versión en Español / ENGLISH version below
Intro
Si el manejo de las emociones es un tipo de inteligencia, la lectura de este libro (añeja deuda personal) me ha llevado a la dramática conclusión de que somos – casi todos – muy pero muy torpes. Me refiero a que somos emocionalmente ineptos, burdos, incultos, maleducados e ignorantes. Por favor no se moleste, no quiero ofender a nadie: supongo que esta no es la introducción más diplomática, pero si la más sincera… y una prueba en sí misma para nuestra inmadurez emocional. Le insto entonces precisamente a controlar la emotividad: soportemos juntos algo de sana (auto)crítica y conversemos sobre el libro y sobre los sentimientos humanas – menudo tema, quizás el tema de nuestro tiempo.
Maleducados emocionales
Para no sentirnos tan mal, primeramente debo decir que una de las conclusiones que me deja la lectura del libro es que nuestra torpeza emocional no es del todo nuestra culpa. En gran medida somos más bien el resultado de una sociedad, de un sistema educativo en particular que – salvo valiosísimas excepciones – no tiene la menor idea de lo que está haciendo (casi puedo oír a Pink Floyd cantando “The Wall” mientras escribo esto…). A lo que voy es que nuestra sociedad occidental moderna y el sistema educativo correspondiente está diseñado (y funciona) para apoyar una sociedad industrial ya menguante (la de la máquina de vapor, la fábrica y “el acero”). No lo digo yo, lo dice Sir Ken Robinson, por mencionar un primer nombre, y Goleman lo reitera en su obra. Las escuelas y otros centros educativos no enseñan nada sobre el manejo de las emociones. Los profesores no saben del tema, y los padres ahí también (mal)educados tampoco. Así las cosas, aprendemos empíricamente siguiendo los ejemplos en nuestro entorno, incluyendo hogares conflictivos y familias disfuncionales (aspecto fundamental pues nuestra visión más íntima del mundo se creo durante la primera infancia), políticos cascarrabias, “famosos” de cuestionable reputación, etc. Aprendemos sin método ni pedagogo… no nos extrañemos de los resultados, incluyendo bullying, depresión, agresividad, ansiedad, etc. Pienso referirme en un artículo/post por separado sobre este tema: me apasiona la vertiente educativa y simplemente no es de mi recibo que no estemos haciendo más para mejorar nuestras aptitudes emocionales.
“Nuestras emociones están ahí para ser sentidas, pero no para dominar nuestra vida, ni cegar nuestra visión, ni robar nuestro futuro, ni apagar nuestra energía, porque, al momento de hacerlo, se volverán tóxicas.” – BERNARDO STAMATEAS
InteligenciaS emocionaleS
Pero bueno, sigamos. Un elemento que me llamó profundamente la atención es que la inteligencia emocional no es solo “una”. Se divide más bien de una serie de subcomponentes, los más básicos son los Personales y los Interpersonales. Los así llamados Personales se componen a su vez de aspectos tales como la consciencia de sí mismo (el reconocimiento de los propios estados de ánimo, sentimientos y pensamientos), la auto-motivación (la capacidad para “empujarse” a sí mismo a pesar de los problemas y vueltas de la vida) y la auto-regulación & control de las emociones. Las habilidades interpersonales incluyen aspectos como la Empatía (ponerse en los zapatos del otro, la capacidad para “sentir” lo que siente el prójimo) y las habilidades sociales (negociación, persuación, habilidad para congeniar). Fue esclareceder para mí el comprender que la “Inteligencia Emocional” es solo un título para un paquete completo de herramientas.
La importancia del EQ vs IQ
Y hablando de herramientas, valga mencionar que a criterio de Goleman, la inteligencia emocional tiene un mayor peso en el éxito que el coeficiente intelectual. Estoy de acuerdo – numerosos estudios han demostrado que los principales “drivers” de nuestra felicidad dependen de nuestra habilidad para controlarnos a nosotros mismos y de relacionarnos con los demás (véase esta excelente charla TED). Para usar una de mis amadas metáforas, diríamos que si el IQ y sus subcomponentes (analítico, numérico, verbal, etc.) son el martillo, destornillador, serrucho etc. en la caja de herramientas de nuestra vida, la inteligencia emocional (EQ) es el músculo, el brazo y la fuerza detrás de la aplicación de esas herramientas.
Tren expreso emocional
Otra lección del libro que caló en mi es el hecho de que nuestro cerebro está configurado – casi podríamos decir que está “cableado” – de forma tal que las emociones tienen “tiquete VIP” para operar en nuestras mentes. Son algo así como las “alertas del sistema operativo” (“Pantallazo azul” diríamos en argot informático) de su computadora, las cuales tienen primacía sobre cualquier otro software funcionando en la máquina y sobre cualquier cosa que esté haciendo Usted. Daniel Goleman nos explica como durante la formación del feto, los primeros elementos cerebrales en desarrollarse son el tallo cerebral, luego la amígdala, el área límbica y solo hasta el final la corteza. Este es también el mismo orden de prioridades: las emociones tienen “circuitos” privados que les permiten llegar primero y “raptarnos”.
“La enseñanza de Sócrates «conócete a ti mismo» darse cuenta de los propios sentimientos en el mismo momento en que éstos tienen lugar– constituye la piedra angular de la inteligencia emocional.” – Daniel Goleman
Conclusión
Finalmente, Goleman hace hincapié en que “temperamento no es destino”: no estamos condenados a cada “salto” de nuestra amígdala (huye o pelea) y a la programación recibida en nuestra infancia. Si bien lo idóneo es formarse adecuadamente (caso contrario, siempre quedarán cicatrices y reacciones impulsivas), es posible enseñarnos a controlar las reacciones a las emociones y dominar nuestro carácter. El libro menciona una serie de técnicas y herramientas educativas, y la sola lectura del mismo erige una primera barrera de defensa racional contra las hordas bárbaras del asalto emocional (el equivalente a los ogros del Señor de los Anillos marchando hacia la fortaleza…).
En dos platos: este es un libro fundamental – un libro de cabecera. Tendrá ciertamente detractores, pero es una de esas obras que deberíamos leer todos. Digo mal: TODOS.
Fernando
ENGLISH VERSION
Intro
If emotional management is a type of intelligence, reading this book (finally!) drags me to the sad conclusion that we are (most of us) really, really clumsy. What I mean is that we are emotionally immature, foolish, naive, uncultured and ignorant. Don´t get me wrong – I don´t want to offend anyone. This may not be the most diplomatic post introduction, but it is sincere… and a test by itself to our emotional quotient. Let´s raise the bar and take some healthy critics – let´s talk about this book and about human feelings… what a challenging topic indeed!
Emotionally illiterate
After the pinch, a palm on our back: I must say that one of the conclusions from the book is that our emotional clumsiness is not entirely our fault at all. For the most part, we are the result of a society, more precisely, of an educational system in particular that has no idea as of what it is doing (I can even hear in my head Pink Floyd´s “The Wall” when writing this…). And it is not just me saying the aforementioned, just listen (TED talks, eg) and read (“You, Your Child and School” is his latest book) Sir Ken Robinson, for starters. Goleman states it as well: the educational system currently has no space for emotional education. Our modern occidental society and the educational system behind it was designed and works to support a currently declining, diminishing, re-fluent Industrial Revolution (steam and railroads if you will). Professors don´t know how to teach and deal with sentiments & emotion nor do the parents, who are the fruit of the same educational system. Hence, we learn 100% empirically, un-guided and with no mentors, directly from the “world” and daily experience, including dysfunctional families (needless to state that our deepest unconscious models of the world and its interpretation are the result of our first 2 years in “these lands”), politicians with a lost sense of diplomacy & modals and other “celebrities” with not-so-tidy reputations. We learn without a method nor a coach… so let´s not be surprised about the less-than-happy results: bullying, anxiety, violence and so many other mental and behavioral disorders. I intend to write a separate post regarding emotional intelligence and education: the latest is a passion and I cannot accept our current approach on this crucial topic.
“I don’t want to be at the mercy of my emotions. I want to use them, to enjoy them, and to dominate them.” – Oscar Wilde
Emotional IntelligenceS
Anyway, moving on, something curious for me was the fact that there not a single emotional intelligence. It is more like a series of components, a package. The main categories are Personal and Interpersonal components. The Personal ones include “Self-Conscience” (the capacity to recognize self´s emotions, temperament, feelings and thoughts), self-motivation (the capacity to “push” the self to act and keep going in spite of life´s pushback), and self control of the emotions. The Interpersonal ones include Empathy (put yourself in the other person´s shoes – the ability to “feel” what the other is feeling), and social skills (persuasion, negotiation, congeniality). It was truly enlightening to understand that Emotional Intelligence is more like a “Title” or “Catch All” phrase than a single-concept. It´s the headline denoting a toolbox full of useful stuff..
EQ vs IQ
Speaking of tools, let me mention that, according to Goleman, Emotional Intelligence (EQ) is more important than IQ (regarding our success and happiness as individuals). I concur: many studies have demonstrated that the main drivers of our happiness depend on our ability to control ourselves and maintain healthy relationships (check out this great TED talk). Using one of my beloved metaphors: if the IQ and its components (numerical, analytical, verbal skills) are the hammer, screwdriver, saw etc., then the EQ and its parts are the muscle, the arm, the strength that allow us to use those tools.
Non-stop express train of emotions
Another key takeaway is that our brain is configured – we can even say “cabled” – in such a way that emotions have “24×7 VIP tickets” to our minds. Emotions are like the “Operative System (OS) alerts” of your computer (“blue screens” as we say in IT jargon). They have the priority above any other software running in the machine… and above whatever task you are doing and devoting your attention. Goleman explains how the stages of the brain development in the womb start with the brainstem, the amygdala, the limbic brain and at the very end, the neocortex (where the actual rational “self” resides). This is also the order of priorities of the mind (derived from the hardware) – emotions have private faster networks that allow them to reach first other brain areas and at the end “hijack” us.
“The world is a tragedy to those who feel and a comedy to those who think” – H. Walpole
In conclusion
Finally, Goleman states that “temperament is not destiny”: we are not doomed by every leap of the amygdala (run or fight) and by the lowsy emotional training received during our infancy. Certainly, the ideal thing is to have a “clean, fresh start” from our youngest years (ego scars and emotional triggers are almost impossible to erase) we can teach ourselves to control our reactions to emotions and to tame our character. The book mentions a series of techniques and educational frameworks, and the sole act of reading it creates a “first line of defense” against the barbaric hoards of emotional assaultants (I can picture ogres marching as in “Lord of the Rings”…).
In a nutshell: this is a paramount, pivotal book – one to keep close to your heart (pun intended). There are certainly critics – not perfect – but it is one of those literary works that everyone should read. No, let me be clear: EVERYONE should read.
Fernando
Bonus material:
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ARTE/ART: Inconsciencia, beso y belleza / Unconsciousness, kiss and beauty – Gustav KLIMT
Creo que tenía unos 8 ó 10 años cuando ví “El Beso” por primera vez. Fue en la pared de la sala de don Rodrigo (q.e.p.d.), hombre de amplia cultura, vecino, fiel amigo de mis padres, papá del mejor amigo de mi hermano y poseedor de una personalidad inconfundible. De hecho era una de muchas obras de distintos tamaños colgando en una pared sensualmente iluminada por una lámpara de mimbre. Y aunque yo era apenas un niño (no quiero decir “solamente”, me parece incorrecto despreciar la niñez como si fuera un estado incompleto del ser), recuerdo que me impactó profundamente.
Al contemplarla, evocó algo especial en mí… quizás la aurora del deseo, quizás el simple ensimismamiento en la belleza de los trazos y la soleada paleta de colores, quizás el poder advertir con los ojos bien abiertos la sutil materia de los sueños… quizás todo eso junto… no lo sé. Lo que sé es que el recuerdo perdura aún en mi mente y que la obra del maestro austríaco del simbolismo Gustav Klimt (1862-1918), autor de “El Beso”, me proporciona un placer inmenso, especialmente cuando el artista se aferra a una paleta dorada. No voy a jugar al crítico de arte, hoy solamente quería compartir con ustedes esa pequeña historia: la de un niño soñoliento levantado tarde un sábado por la noche. Sus padres lo habían llevado arrastrado a la casa del vecino, con quien conversaban efusivamente en la sala aburridas cosas de adultos. Y en medio del tedio y el sueño, levantar la mirada hacia la lámparilla de mimbre y contemplar aquella pared llena de cuadros de todos los tamaños, obras con diferentes enmarcados, autores y tendencias, y descubrir entre los cetrinos rayos de la lámparilla una visión que me abrió al Arte. Un cuadro, una epifanía en dorados, un beso que aún se esconde entre mis amaneceres y un gesto de mujer que aún me enciende.
Gracias por siempre, don Rodrigo: ni en Versalles he visto una sala como la suya; una sala que en un cuadro me hizo soñar con el arte… de besar a una mujer.
Fernando
I think I was 8 or 10 years old when I saw “The Kiss” for the first time. It was the living room of the late Don Rodrigo, a neighbor to us, cult man, father of my brother´s best friend and truly an unique character. As a matter of fact it was just one of many pictures hanging in a wall, all of them sensually illuminated by a curious wicker lamp. And in spite of my age (I don´t want to say “in spite of being just a child”, I don´t think it´s correct to characterize a kid as an incomplete adult), I remember how deeply it resonated with my being.
Mesmerized, it evoked something profound… perhaps the dawn of desire, perhaps the simple hijacking of my senses by the astonishing palette and technique, perhaps being capable of seizing the stuff of dreams with my eyes fully open… maybe all of those… I don´t know. What I do know is that the memory still haunts me and that the paintings of the Austrian master of symbolism Gustav Klimt (1862-1918), author of “The Kiss”, provide me an immense pleasure; especially when the artist sticks to a golden palette. I am not going to play the art critic card, I just wanted to share a little story: the story of a sleepy kid, late awake on a Saturday night. His parents have forced him to the neighbor´s house, with whom they enthusiastically conversed about boring adult stuff. And, in the midst of the boredom and the snooze, to raise the eyes toward a strange wicker lamp and stare at that wall, totally covered with paintings of all sizes, framing types and pícture styles, and then discovering between the soothing rays a vision that opened my heart to Art. A painting, an epiphany in gold, a kiss that still chases me in every dawn and a woman´s gesture that stalks me to this day.
My gratitude until eternity, Don Rodrigo: not even in Versailles I have seen a living room like yours… a room that made me dream with the art… of kissing a woman.
Fernando
Nota/Note: photo license/credit – Wikimedia Commons.
Material adicional:
LIBRO/BOOK: “En defensa de la ilustración” / “Enlightenment Now” por/by Steven Pinker
“El libro es fuerza, es valor, es poder, es alimento; antorcha del pensamiento y manantial del amor”. Rubén Darío. Poeta y periodista nicaragüense (1867-1916)
Hay un refrán que reza “quien encuentra un amigo encuentra un tesoro”. Creo que podemos hacer extensiva esa cita a ciertos libros y – por inclusión – a sus autores. Esto fue lo que me sucedió hace poco cuando, hojeando noticias en la app/revista digital (Flipboard, se la recomiendo) topé con una recomendación que hacía Bill Gates de un libro escrito por un caballero llamado Steven Pinker. El libro que recomienda Mr. Gates se titulaba “Los ángeles que llevamos dentro” (“The better angels of our nature”, título original en inglés). La recomendación del libro era tan elocuente, franca y efusiva que no pude menos que tomar nota y por alguna razón, decidí buscar el libro físico (papel) en vez del e-book (debo admitir que me debato siempre entre dos mundos, uno digital y uno físico. A veces dudo cuál será más “real”…). Pero bueno, la cuestión es que fuí a una librería local y pregunté por el mismo: la amable chica que me atendió me dijo que sí tenían el libro en cuestión y además uno más nuevo por el mismo autor: “En defensa de la ilustración”. Por razones casi inciertas (me parece recordar que pensé que su último libro debía exponer las ideas más novedosas y que también leí la contraportada), terminé comprando este último… y debo decir que no me arrepiento. Déjenme contarles a continuación.
El título completo del libro es “En defensa de la Ilustración: Por la razón, la ciencia, el humanismo y el progreso”: ¡Ambiciosa causa! Lo más encomiable es que, en mi humilde parecer, Mr. Pinker se sale con la suya y con argumentos, evidencia y una fina pluma hace la quijotada. Creo que solo un intelectual del calibre de Steven Pinker puede llevar a buen puerto un reto de esta magnitud. Valga anotar que este señor es un científico cognitivo, autor de varios otros libros que versan sobre el funcionamiento de la mente, el lenguaje, la naturaleza humana y otros temas “pesados” (ya le tengo puesto el ojo a varios). Es catedrático de psicología por la Universidad de Harvard, ganador de multitud de reconocimientos internacionales, conferencista, consejero de múltiples firmas, etc.
Pero bueno, volvamos al libro (como que no puedo concentrarme hoy, disculpe Ud…): el libro está estructurado en tres partes, comenzando con una introducción que presenta la estructura y tesis general del mismo, que no es otra que argumentar que la época actual (sí, el hoy por hoy) es el “mejor momento para estar vivo”. En otras palabras, el autor hace una apuesta estadística por el optimismo, arguyendo que el devenir histórico de la humanidad es más que exitoso y que particularmente durante las últimas décadas, desde un punto de vista estadístico y generalizado como especie que somos, hemos venido haciendo las cosas mejor y mejor. Pinker ciertamente no niega que hayan problemas y catástrofes en el mundo, pero nos brinda un nuevo y esperanzador enfoque… Esto lo hace a través del cuerpo prinicipal o desarrollo del libro compuesto por 15 capítulos (copio el listado abajo para aquellos curiosos), cada uno dedicado a una dimensión de la existencia humana. En cada capítulo presenta información: evidencia, datos resumidos en forma de gráficos. Y es que aquí está la “salsa secreta” del asunto, el enfoque que mencionaba antes: en palabras del mismo autor, si queremos tener una visión objetiva de las cosas, necesitamos “contar” (en el sentido numérico, irnos a los datos). Lo hace a través de gráficos que permiten visualizar una perspectiva histórica de cada una de esas dimensiones. Veamos un par de ejemplos:
- Paz: en estos tiempos en que los noticieros nos bombardean con imágenes de Siria y de las últimas bravuconadas de algunos gobernantes, una visión histórica de la cantidad de muertes en batallas desde 1945 a la fecha es simplemente esclarecedora: no hay una comparación vs conflictos como la I o II Guerra Mundial, Vietnam y otros conflictos menos conocidos. Una perspectiva histórica sobre los genocidios, refugiados y otros también le pone a uno una sonrisa en la cara: su reducción es evidente.
- Calidad de vida: los gráficos que muestran la cantidad de horas laborales semanales (periodo desde 1870 al año 2000), edad de retiro, costo de la luz, cantidad de horas para adquirir un electrodoméstico, cantidad de horas libres semanales y otros son también aleccionadores. Cuando vemos las cosas con una perspectiva histórica, nos damos cuenta del inmenso progreso que hemos alcanzado como Humanidad.
El libro cierra con tres capítulos en los cuales hace una poderosa defensa en favor de la ciencia, el humanismo y la razón, causales maestros (según Pinker) detrás de todo el progreso que el libro detalla a través de esos 72 provocativos gráficos y sus más de 570 páginas. Ciertamente el libro ha tenido también sus detractores, incluyendo intelectuales de renombre que critican variedad de cosas (el enfoque “estadístico” del progreso que pone en segundo lugar al individuo, la proyección ad-infinitum del progreso que sugiere Pinker, la naturaleza cuasi-aleatoria de algunos eventos incluyendo los conflictos globales, etc. etc.) Sin embargo y a pesar de todo ello, le recomiendo encarecidamente este título: nos recuerda la importancia de mantener una perspectiva amplia, histórica y de especie. Soy un convencido que muchos de los problemas de la Humanidad pueden rastrearse hata una falta de perspectiva convertida en pavorosa miopía que nos encierra en el yo y el ahora. Pero fundamentalmente lo recomiendo por ser lo que es: una inyección de optimismo puro; algo que todos necesitamos (ahora sí, como individuos) tras ver el listado de sucesos y tragedias que proveen los noticieros. Noticieros que son precisamente la perspectiva inversa – absolutamene cortoplacista, mundana, diaria y sesgada hacia el suceso y la tragedia. No sé Ud., pero prefiero ver el vaso medio lleno.
Gracias Mr. Pinker – le considero ahora mi amigo y desde mi humilde esquina, compañero de armas (mejor dicho, de pluma).
ENGLISH VERSION
“Good friends, good books, and a sleepy conscience: this is the ideal life.” ― Mark Twain
There´s a saying (and a 1981 goofy movie!) that goes “Who finds a friend finds a treasure”. I think we can extrapolate that to certain books, and by extension, to their authors. That´s what happened quite recently to me when checking the digital-magazine app Flipboard (cool one, BTW) and I stumbled upon an article where Bill Gates recommended a book written by a gentleman named Steven Pinker. Gates´praise was directed toward a volume named “The better angels of our nature”. He was so eloquent, enthusiastic and sincere that I took a mental note and instead of going for the e-book, I asked for it at a local bookstore (I must admit that I balance like a pendulum between the digital and the physical world, sometimes wondering which is more “real”…). Ahem, anyway, the kind girl from the store confirmed the availability of the book and added that they also had in stock the newest one from the same author (guess which). For less than certain reasons (destiny?) I bought the last on… and I don’t repent at all. Let me tell you why.
The book’s complete title is “Enlightenment Now: The Case for Reason, Science, Humanism, and Progress”: now that is an ambitious cause! And, in my humble opinion, Mr. Pinker actually accomplishes at least a partial win. Only an intellectual mind with his background could dare to this quixotic feat. Steven Pinker is a cognitive scientist, author of several books on the nature of the human mind, language, human nature and other dauntless topics (I already have some in my “radar”). He is a professor from Harvard, winner of many international prizes and titles, speaker, etc.
But let´s get back to our topic: the book (seems I can´t focus today!). The book is comprised of three parts, including sort of an introduction where the volume structure and the general argument is presented. This core argument is that nowadays (yes – today) is by far the greatest time to be alive, since progress has been accumulating over centuries fueled by science, humanism and reason. Pinker does not denies the existence of problems and tragedies, but he provides us a new and refreshing “big picture”, statistical perspective. This is done along the body of the volume, through 15 chapters (below the table of contents for your benefit) each one devoted to a dimension of the human existence. And in every chapter, he presents info: evidence, data summarized in form of graphs showing humanity´s performance along decades. This is the “secret sauce” of the book, because in the author´s words, if we want to have objectivity in our judgement, we need to “count” (in the sense of a numerical count, say, statistics, data). The graphics permit this in an easy-to-digest format. Let´s see a couple examples:
- Peace: in these times where the news media almost literally bombard us with images from Syria and the latest bullying from a collection of world leaders, a historic vision of the quantity of deaths in battle from 1945 to this date is truly eye opening: there is simply no comparison between the recent years and the prior decades. Just think about WWI and II, Vietnam and other. A historic review on genocides, refugee crisis and other related items are also capable of putting a smile on your face – its dropping, seriously dropping. And that is a good thing.
- Quality of Life: the charts depicting the quantity of work hours per week from 1870-2000, retirement age, electricity cost, amount of work hours needed to buy house appliances and other are also enlightening. The historic perspective is indeed a motivational thrust for anyone.
The book ends with three chapters devoted to a strong defense on science, humanism and reason, which are as per Pinker the reason behind our progress depicted through the 72 charts and 570 plus pages of the volume. Certainly, this title has also a list of detractors, including reputed intellectuals who criticize a variety of things including the statistical perspective that “forgets” the individual, the “ad-infinitum” POV on progress, the aleatory nature of some events mentioned as trends in the book, etc. Nonetheless and in spite of all that, I strongly recommend the book: I am a big fan of the historical, “big picture” view. I believe that many of Humanity´s problems can be traced to a staggering individualistic myopia locked in the “I” and “now”. But I fundamentally recommend it because of what it is: a shot of pure optimism; so much required after reading or watching the news. News that are, by definition, events biased toward tragedies and related: the other side of the coin. I don´t know about you, but I truly prefer to see the glass half-full.
Thanks, Steven Pinker: I now consider you as my friend and, with my humble help to the cause, brother in arms (I mean, in words).
Fernando
Bonus Material / Material adicional:
Book´s TOC / Tabla de Contenidos del libro:
- Part I: Enlightenment. Dare to understand!
- Entro, evo, info
- Counter-enlightenments
- Part II: Progress. Progressophobia
- Life
- Health
- Sustenance
- Wealth
- Inequality
- The environment
- Peace
- Safety
- Terrorism
- Democracy
- Equal rights
- Knowledge
- Quality of life
- Happiness
- Existential threats
- The future of progress
- Part III: Reason, science, and humanism. Reason
- Science
- Humanism.
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DataCenter Summit 2018: Game of Phones / EDGE is coming…
Intro
I had the opportunity to attend the DC Summit Latin America 2018. Let me be candid: this was my first visit to this recurrent annual event, hence my upfront expectations were truly neutral. I must admit that has changed – the quality and variety of presentations during the event is really good. In the following paragraphs, let me try to summarize an all-day event for your benefit.
So let´s start with the post title: besides the geeky reference to the famous HBO´s series “Game of Thrones” line, I am trying to reference the EDGE computing topic, which I believe was at the heart of the entire event, and the 5G wireless communication new standard (coming to a city near you really soon).
So, for starters, what is EDGE computing? In my own words, it is basically an IT infrastructure strategy in which the computing power is located near the consumption of its outputs. This strategy makes sense in those cases where the latency (the interval between the data output and its input after processing) is crucial. Examples of these situations are robotic-intensive industrial facilities (just imagine a robot waiting for input in an assembly line), hospitals (real-time tests or surgery), financial institutions, etc. Actually, as appointed by one of the presenters, Mr. Gustavo Barrantes from IBM, the EDGE computing strategy is particularly attractive to the smart cities trend, where we will see more and more sensors capturing data, including river levels, pipeline vibrations, temperature measurements, route traffic, rain, pH, electric, water, gas and data lines detailed monitoring, etc. As a matter of fact, a couple presenters pointed out that we have produced more data in the last two years than in all the prior history of mankind. BTW, an EDGE computing center should not be envisioned only as a container: other options are skids, enclosures (stand-alone rack-level systems), modular small buildings, colocation, etc.).
Humanity has produced more data in the last two years than in all the prior history of mankind
5G: a revolution is coming
Both Mr. Barrantes from IBM, Mr. Alexander Muñoz (another presenter from Grupo Electrotecnica, a major DC provider in the region) as well as the joint panel of experts assembled at the end of the event made it clear that the Internet of Things is a reality and it is coming. Its just a matter of time… or to put it in more accurate terms, of more resilient and faster infrastructure availability. That in turn translates into both EDGE computing – which we have already mentioned – and faster connectivity, particularly 5G. Let me be honest: to this point, I was not clear about the key role of 5G in the next 5-10 years. To this point, 3G, 4G, 4.5G and any other you have heard are wireless service network targeting human consumption. In other words, all the wireless service networks we have used and known up to this day are designed for human consumption. This is not the case for 5G: this network is designed to support much more than solely human-originated traffic, but machine to machine (M2M) as well (perhaps I should say Thing to Thing… some stranger than other). It is WAY faster (at least 10X), and data is compressed in more efficient ways, saving energy (quite a plus for mobile phones). Anyway, point is: the real traffic, the real burden on tomorrow´s networks will not be “we the people” (even consuming HD video), but things, all kind of things exchanging data and more data.
43% of data will move through EDGE DCs in the near future. As per Gartner, 44% of orgs are looking toward EDGE DCs.
Energy: move on!
Another interesting and recurrent topic discussed during the summit was energy (this already smells like a soup of bits, electrons and atoms: mix and stir!). Several presenters converged on similar ideas. Phil Isaak, a reputed technologist, pointed out that EDGE DCs are particularly compatible with green/alternative energy solutions, simply because of their small scale (compared to the traditional titanic DC): fuel cells, wind, solar, even immersion cooling (check out the cool tip-of-the-spear approach to submarine DCs tech by Microsoft). Mr. Isaak also commented on the fact that EDGE DCs run on their own micro-grid, which is in turn a glimpse to the future of electrical networks (check out Solar City by Tesla as an example). And speaking of energy, two representatives from the World Green Building Council attended the summit, including Juanita Alvarez (Americas Head for the WGBC), who delivered a moving speech toward the importance of improving our building global portfolio to a better energy management performance.
Conclusion
At the end of the summit (I mean, besides the social activities ;o) ) there was a discussion that I particularly enjoyed: a panel of experts who discussed the business, social, tech and economic benefits of transforming Costa Rica (country of the event) in an international hub of DCs for the Americas, similar to what Ireland has done in Europe. The SMEs perspective was positive: the fact that the country produces more than 95% of its electricity from renewable sources, the quality of the manpower and its geo location are terrific advantages. As per the panel, political push is required. On that perspective, the Vice-Minister of tech stated that the government is looking forward to have at least partial 5G coverage before the admin ends, and further coordination among local institutions is already happening. Lowering energy tariffs and further support to the IT private sector (eg, taxes) would provide more tail winds to this initiative.
Let me finish this post by re-stating my opening comment: my take after the event is quite positive, the DC Summit is an opportunity to learn, to do networking and to catch a glimpse of the future. I truly recommend the event to anyone in the IT sector; Im already looking forward for next years event.
So, cheers, chapeau for the DC Summit! See you in a new post.