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Monthly Archive April 30, 2023

Un Año de Chaves: Lo Bueno, Lo Malo y lo Feo

El tiempo a nadie espera y ya ha transcurrido un año del período presidencial del Sr. Rodrigo Chaves. Al llegar este significativo hito se hace prudente que realicemos una breve reflexión sobre su gestión. Intentaré ser lo más breve, objetivo y directo posible porque ¿a qué viene llamarse a engaño?

Lo Bueno

Lo bueno es que el cambio de gobierno le inyectó esperanzas al pueblo, harto de políticos y partidos tradicionales ostentando el poder. Considero también algo bueno la continuidad (hasta la fecha al menos pues el tema se tambalea en la Asamblea Legislativa) de la Regla Fiscal, aunque hay espacio para el debate en cuanto a permitir mayor espacio para inversiones en infraestructura, seguridad, educación y salud. Es también positiva la continuidad de la relación con el Fondo Monetario Internacional y la aprobación de los llamados “eurobonos” para un fondeo más barato de las finanzas públicas.

Lo Malo

Lo Malo es que el Sr. Chaves está empeñado en seguir ejerciendo permanentemente el papel de candidato en vez de aceptar serenamente que ya fue elegido Presidente de la República. Chaves el candidato y Don Rodrigo el individuo deben pasar ahora a un segundo plano y retirarse de la escena. La investidura de Presidente de la República está por encima de la politiquería y el ego – lo mismo aplica para su principal emisaria en la Asamblea Legislativa. Nadie puede servir a dos señores: o sirve a la Patria, o sirve a la política, o sirve a su ego. Agrego que es evidente también que la “Ruta de la Educación” es más bien una nueva trocha. Además, la construcción de infraestructura pasó de un ritmo vertiginoso a una doliente marcha. Conjuntamente, parece haber intereses oscuros detrás de un obcecado discurso en torno a una CCSS quebrada (a pesar de que las propias autoridades de esa entidad, la OIT y otros lo han desmentido) y la necia idea de vender el BCR. Y no tengo ni que mencionar la crisis de seguridad pública que nos amenaza a todas horas, una crisis con la cual el gobierno no da pie con bola.

Lo Feo

Lo Feo es que aún con el escenario anterior, un 78% de los costarricenses apoyan la gestión gubernamental. No estoy diciendo que apoyar sea intrínsicamente algo malo, pero ese apoyo debería de darse a consecuencia de resultados tangibles. La única evidencia de resultados positivos son las cifras macroeconómicos recientes de las finanzas públicas y esas son el derivado de condiciones coyunturales como la caída del tipo de cambio y de la continuidad de la aplicación de medidas implementadas por gobiernos anteriores (la Regla Fiscal y otras). Mi pregunta entonces es: ¿qué ha hecho el Sr. Chaves y su Gobierno a estas alturas que justifiquen casi un 80% de apoyo? ¿qué ha hecho este gobierno? ¿Qué han cambiado o que han implementado? ¿Está Chaves “comiéndose la bronca” o siempre alega que es culpa de alguien más, que lo engañaron, que no le dijeron, que va a castigar a alguien, que son malas herencias?  

Mi punto es sencillo: si queremos resultados, DEBEMOS EXIGIRLOS. Es paradójico que el pueblo le firme un “cheque en blanco” a un gobierno que llegó a Zapote con bombos y platillos y que no ha hecho nada importante por sí mismo. Viene a cuento una canción: “si le das más poder al poder, más duro te van a venir a c..”. Así es. Lo que queremos es trabajo, seguridad, educación, salud, carreteras. No podemos vivir de conferencias de prensa, eslóganes y poses de matón. Ya se fue un año de mucho ruido y pocas nueces. Ya estuvo bueno.

Fernando

Cuento: La Negación de las Hormigas

Despúes de darle muchas vueltas a su hoja, Obrera 19657333 decidió tener una conversación íntima, un diálogo antena a antena con su mejor amiga, la Obrera 19657332. Se trataba de un asunto que tenía atorado entre tórax y abdomen. Hablaron largo y tendido, en una exquisita mezcla de feromonas, vibraciones, contactos y movimientos. No vamos a exponernos a un innecesario y hasta contraproductivo rídiculo al intentar una traducción literal. Entiéndase que no es posible canalizar en este tosco medio las agitaciones, las esencias y los roces de tan avanzada forma de comunicación. Pero vamos al tema de fondo, que es lo que harto nos atañe. Pues bien, Obrera 19657333 llamó aparte a su amiga y hermana desde la nidada la Obrera 19657332 y le contó su secreto (el único que tenía, por cierto). Ella, la 333, había tenido un contacto con una entidad desconocida. No era otra hormiga. No era otro insecto. No era otro de los tantos seres que convivian con ellas ahí en la jungla. Era algo… más. Algo como una entidad exótica la cual, ella, en su limitada hormiganidad, no terminaba de abarcar. Era una entidad inaudita que parecía estar solamente de visita y que brevemente se interesó en su trabajo al cortar la hoja. Ella la vió personalmente y estaba segura que sus compañeras de poda también. La entidad se acercó primero como una fuerte luz, un pequeño sol en miniatura. Luego, divisaron una forma enorme tras la luz, con formas casi biológicas pero con una extraña piel que emitía olores nunca antes percibidos. La entidad se acercó más y más hasta que observó encima de sí una especie de… ¿reflejo? (aquí tenemos que tomarnos una licencia poética pues no existe el concepto de espejo, ni de lupa o lente de aumento en el mundo de las hormigas). Se dio la alarma y varias de las Guerreras (ella distinguió claramente a Guerrera 158222 y otras en la refriega) alzaron las armas según su espartana disciplina. La entidad, contó la Obrera, ni siquiera se inmutó. Siguió “flotando” sobre el grupo, la poderosa luz cegando a todas. Finalmente, en un movimiento intempestivo, varias compañeras fueron abducidas y no se les ha vuelto a ver desde entonces.  Las antenas de 332 no podían dar crédito a lo que escuchaba. ¿Seria que la hoja en cuestión pertenecía a los géneros prohibidos y entonces habia consumido algún químico? ¿Sería una luciérnaga? ¿O quizá estaba ya al final de su ciclo operativo pro-colonia? (así le dicen las hormigas a la vida). 333 fue enfática: nada de eso, yo ví lo que ví. 332 no le dio mucho crédito y sin darle más cabeza (como obrera que era, no tenía demasiada), le dijo que 333 que había sido suficiente. Sin mayor drama, ambas se reincorporaron al trabajo – al fin y al cabo, para eso existen las hormigas ¿no?, para trabajar día y noche hasta el final de sus obreras vidas. 

La historia podría haber quedado aquí, como una simple anécdota entre dos ejemplares de una desconocida especie de hormigas cortahojas en un rincón del Amazonas, si no fuese porque 332 no pudo mantener las antenas quietas y el chisme cundió como un hormiguero agitado a través de… bueno, de todo el hormiguero; si se nos permite usar un símil muy a tono con la historia. Para sorpresa de todas, muchas obreras y guerreras habían tenido experiencias similares últimamente, pero se consideraba de mal gusto, diríamos, ajeno al canon de un ser tan inteligente, tan prudente, tan trabajador, tan organizado como la poderosa hormiga, dueña y señora de la Creación y todas sus hojas, salvaguarda eterna del secreto del divino hongo, el perder el tiempo comentando algo así. Era pues fútil el distraerse y peor aún, distraer al hormiguero con un tema tan no-hormiga. Sin embargo, aquellas hormigas con experiencias similares formaron una sociedad dentro del hormiguero y hasta lograron convencer a otras sobre la veracidad de sus historias. El barullo continuo in crescendo hasta que decidieron someterlo a la última autoridad – bueno, a la única autoridad que hay en un hormiguero. Este tipo de escalaciones, diríamos, de Asamblea ante la Reina son rarísimos. Se reservan solo para casos de emergencia y aparentemente para este tipo de caso, sea lo que fuese. Añadamos de paso que 333 fue muy creativa al presentarlo como un fenómeno que estaba devorando a cantidades ingentes tanto de obreras como de guerreras. La sesión se prolongó una eternidad (valga acotar, eso son un par de minutos en el mundo de las hormigas). Se sentía la tensión en la sala, y muy literalmente, pues las vibraciones producidas por la audiencia inundaban todo el hormiguero. Todas sabían que el veredicto de la Reina era último, inapelable, inobjetable, indudable, inequívoco e irrefutable. De nuevo, vamos a evitarnos caer en la torpeza de intentar una traducción ni siquiera aproximada del exquisito idioma-hormiga, pero la sabiduría del discurso de la sabia Reina amerita compartir el fondo del mensaje. La Gran Soberana les dijo que ella, desde su oscura y lóbrega caverna donde nunca veía soles ni lunas (¿para qué?), donde había existido desde siempre y para siempre, Ella y solo Ella era dueña de la Verdad. De Ella dependía el hormiguero, Ella era Madre de todas y de todas cuidaba (sigan trayendo las hojas, queridas, ¡el honguito no crece solo!), para Ella vivían y morían. Así que olvídense de esas bobadas, algún animal de la jungla habrá sido. No tiene importancia. Ella pondría más huevos y la colonia seguiría prosperando cada día más y por siempre. Hubo aplausos – bueno, antenas vibrando al aire – golpeteos, vibraciones, contactos a más no poder. Ante la mirada de feroces guerreras, 333, 332 y sus acólitas se unieron al breve festejo, todas comieron un poco de hongo y luego inmediatamente y con más empeño que una hormiga (o por lo menos que una hormiga promedio), se pusieron todas a trabajar.

De nuevo, la historia podría haber quedado aquí, si no fuese porque en una dimensión no-hormiga de este asunto, se estaba dando una verdadera batalla legal relacionada con el hormiguero en cuestión. El Dr. Andrei de Silva y su esposa, la también Dra. Luana Souza, connotados mirmecólogos, habían descubierto no una sino tres diferentes nuevas especies de hormiga cortahojas en la precisa planicie amazónica destinada para nuevas tierras de siembra de soya. A pesar de las protestas y los esfuerzos, nada pudo detener el “progreso”. Un año despues del descubrimiento, los bull-dozers arrasaron aquella junga. En su último día, mientras transportaba su última hoja a través de su última caminata por el sendero en la jungla, la Obrera 19657333 fue de las primeras en sentir el terremoto y luego los poderosos y extraños ruidos, olores, luces y el cataclismo final en donde todo su universo desaparecería.

Una vez más, la historia pudo haber quedado aquí, si no fuese porque un año despues del descubrimiento de aquellas nuevas especies de hormigas y tres meses despues de que la planicie fuese arrasada por los tractores, se publicasen sendos artículos en el “Journal of Insect Science” de Oxford y la “Smithsonian Mag” anunciando los hallazgos y su efímera existencia. Ambos artículos cerraban mencionando los ingentes esfuerzos del equipo para conseguir fondos que financiasen nuevas expediciones, expediciones destinadas a encontrar y proteger especies de hormigas desconocidas para la humanidad.

Y hablando de cierres, ahora sí, a esta historia de hormigas, negaciones, mundos y viajeros la vamos a dejar aquí.

FIN

Fernando Quesada V.

Abril 2023

Photo by Prabir Kashyap on Unsplash

Foto: Postal de Atitlan / Photo: Card from Atitlan

Solo mira eso… / Just look at that…

Lago de Atitlan, Solola, Guatemala.