Foto: Siente la Textura / Photo: Feel the Texture
ESPAÑOL: dan ganas de extender la mano y tocar. Una textura maravillosa captó el lente.
ENGLISH: dont you want to reach out and touch it? A wonderful texture captured by the lens.
Opinión: Amos y Señores de Toda la Creación
Un corto ensayo sobre una especie triple-E: Egoísta, Engreída y Engañada
Introducción
Como Humanidad, somos una “raza” que ha probado tener alguna que otra ventaja evolutiva sobre el resto de especies reconocidas por la ciencia moderna. O por lo menos destacamos en el alcance de nuestro razonamiento, particularmente nuestro modelo mental para conceptualizar el tiempo y así poder trabajar con miras ulteriores. Nuestra sentido de la vista es bastante bueno y hemos desarrollado lenguajes aceptablemente eficientes. Pero no nos llamemos a engaño. No somos tampoco la gran cosa. Para muestra, recordemos que algunas de las supuestas bondades recién mencionadas son superiores o mínimamente equivalentes en otras especies. Locuciones populares como “vista de halcón”, “olfato de sabueso” y “memoria de elefante” son reconocimiento tácito de ello. Porque somos solo una especie más: nada más, nada menos. Hablemos del tema, si lo tienen a bien.
Descargo: no se me malinterprete. No se trata de odiarnos a nosotros mismos, de masoquismos inútiles o de negar nuestro “derecho de piso”. El problema es que nuestro ego común como Humanidad está más hinchado que un colón enfermo y inflamado. Su más famosa representación nos la legó el señor Giuliano della Rovere, mejor conocido como Julio II, “el papa guerrero” o “el terrible” (los apodos no son gratuitos). Este tipo tuvo encaramado en los techos de la Capilla Sixtina a un tal Miguel Ángel por más de cuatro años pintando frescos a su gusto y satisfacción. Efectivamente, podemos apreciar ahí arriba a un barbudo y atlético “Dios” creándonos según el beatífico molde usando la fotocopiadora divina. La Xerox celestial produce una fiel copia que estira el brazo con carita de “yo no fui”, como si nos estuviéramos disculpando por salir en traje de Adán (pun intended) y sin las canas y el coro de ángeles del original. A mí me parece que este mito no solo está mal sino que nos hace mal. Nos envilece, nos enferma, nos deprava. Es que esto no es solo una mentirilla blanca, un sainete inocente escrito entre versículos bíblicos, una mitología que nos sube gratuitamente el ánimo. La doctrina indica que debemos créenoslo, o al menos así lo tengo entendido. Y esa no es la verdad – esto se llama egolatría, engreimiento y engaño. Veamos.
Las Cosas como Son
No hay tal cosa. No somos “Hijos de Dios”, al menos no más que un perro, un árbol o una ballena. Ese antiquísimo y erróneo concepto de que tenemos alguna suerte de “prioridad” sobre los demás seres de este mundo nos vende entre líneas (entre versículos, casi podríamos decir) la idea de que la Naturaleza, el Mundo, el Universo entero es nuestro para hacer lo que se nos venga en gana. Y eso es pura soberbia. Abramos la mente a la verdad. Hay algo así como dos millones de especies animales en este peñón llamado Tierra. Y algo así como nueve millones de especies en total, posiblemente muchísimas más. Nos necesitamos todos entre sí para que el ecosistema funcione. ¿Amos y Señores de la Creación? ¿A Imagen y Semejanza de un Señor Barbudo? Pavadas. Si algo hemos probado es que somos pésimos, terribles administradores. Si estuviéramos alquilando un piso ya nos habrían echado por romper todas las cláusulas del contrato. Hemos estropeado paredes, piso, techo, mobiliario, tuberías… ¡todo! Hay gritos, suciedad, crímenes y pleitos todos los días. Pésimos inquilinos es lo que somos. Pasan los siglos y siguen las guerras, las masacres, la explotación. Súmese en nuestro tiempo la ominosa presencia de las armas de destrucción masiva. Y ante todo, la realidad cada vez más angustiante del cambio climático, la polución de los océanos, los derrames petroleros, la extinción masiva de especies y ecosistemas. Mientras tanto, cacerías, peleas de gallos, de perros, de toros para nuestra “sana diversión”. Es más, lo hacemos tan mal que, como leí por ahí, podemos pasar a la Historia como la primera civilización que se extinguió porque no era rentable cambiar el sistema económico a corto plazo. Imbéciles es lo que somos. Pareciera que en tanto se puedan repartir los dividendos a los accionistas lo demás nos vale un pepino… hasta que se extingan todos los pepinos. Entonces será como dijo “Gagula”, la espantosa bruja de la novela “Las Minas del Rey Salomón” (H. Rider Haggard) viendo a los europeos en el fondo de la mina, embelesados con los cofres de diamantes: “Ahí tienen las piedras brillantes que tanto codician, hombres blancos. ¡Cómanlas! ¡Bébanlas! ¡Ja, ja!”. Solo que, en contraste con aquellos audaces exploradores, no encontraremos salida de la sima sin fondo que habremos cavado y tendremos que comer dólares, títulos valores y barriles de petróleo… ¡Buen provecho!
Una Visión Macro para Despertar a la Verdad
Es que, en el fondo, no tenemos idea de qué es lo que estamos haciendo por acá. Hemos desarrollado Tecnología pero no Madurez. Máquinas pero no Valores. Religiones pero no Empatía. Datos pero no Sabiduría. Ritos pero no Ética. Libros sagrados pero no Tolerancia. Inteligencia Artificial pero no Prudencia Personal. Leí por ahí que si la Humanidad desapareciera de golpe, en unos dos mil años no quedaría rastro de ella más que algunas sondas volando por el cosmos. Mientras tanto, la vida seguiría. Tras nuestra partida, la resiliente chispa de la existencia prosperaría en este mundo en nuevas formas, cambiando, evolucionando, siguiendo el curso de los siglos y los eones. No somos indispensables. No somos especiales. Somos uno más entre millones. Una raza que han desviado el curso de su progreso hacia una senda que nos pone en peligro… a nosotros y a muchos de las otras especies que nos acompañan. Eso somos.
Pienso además que la vida prospera en formas inconcebibles para nosotros en los infinitos mundos del cosmos. Somos un tipo de criatura en un planeta rocoso que sigue a una estrella promedio en una galaxia normal. Hay trillones de galaxias. Es un Universo incomprensiblemente grande para nuestra limitadísima cognición. No somos dioses, semidioses ni consentidos primogénitos celestiales. Somos y ya. Tengamos pues más humildad, más respeto, más empatía. No solo entre nosotros sino con todo ser viviente y con el medio ambiente que nos sustenta. Creo que todo lo que he dicho ya lo había expresado – y mucho mejor – el jefe Sioux Sealth, en el ya lejano año de 1885. Me permito citar parte de sus palabras a continuación, como el mejor cierre posible para este breve ensayo. Dijo el Gran Jefe: “(…) ¿Qué sería del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el hombre también moriría de una gran soledad espiritual; porque lo que sucede a los animales también le sucederá al hombre. Todo va enlazado. Deben enseñarles a sus hijos que la tierra que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra está enriquecida con las vidas de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos lo que nosotros hemos enseñado a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra les ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen al suelo, se escupen a sí mismos. Esto sabemos: la tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos. Todo va enlazado, como la sangre que nos une a una familia. Todo va enlazado. Todo lo que ocurra en la tierra les ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida; él es solo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace a sí mismo. (…)”
Pongamos los pies sobre la tierra… y sobre La Tierra también. Es la hora. Digo mal, es La Hora. Pensemos en este planeta azul. En los animales. En los bosques. En los mares. En el aire. En nuestros hijos. Detengamos ya esta locura. El cambio comienza con nuestras consciencias para luego traducirse en nuestra acciones individuales, hasta cambiar el rumbo de la Sociedad. Sí se puede. Hagámoslo.
Un abrazo,
Fernando
Foto: Calentar el Corazón / Photo: Warm the Heart
ESPAÑOL: la belleza está ahí afuera. Solo tenemos que buscarla. A mí se me alegra el corazón con esta imagen. Ojalá y tenga el mismo efecto en Ustedes.
Un abrazo.
Fer
ENGLISH: beauty is out there. We just have to look for it and embrace it. I don´t know about you, but this pic puts joy in my heart. Hope it does for yours too.
Best,
Fer
Decisions, Procedures & HIPPOs
If there´s a moment in the organizational day-by-day that majestically embodies the term “Governance” that is the moment of making an important joint decision. What amazes me day in, day out is the absence of an “architected” approach to those moments of truth. In my experience, regardless the size of the organization, its industry and maturity level decisions are quite generally taken using a “primitive” procedure that exists just due to momentum and lack of critical thinking. In the coming lines I intend to raise this situation to the reader´s awareness and provide some food for thought for you all.
Let´s start with an example. July, CIO, is presiding the monthly IT Security SteerCo for ABC Enterprises. As per the recent increase of cybersecurity attacks, the committee must make a decision. They need to increase their IT security level. Thus, they need to choose between several IT Security suites and providers. The meeting begins somewhat late and there are solely 30min booked. To make things worse, conversation digresses and when the topic comes up, July takes command of the call and states her preference. Tommy, CSO, has concerns about the suggested solution, particularly with the 3rd party implementer. Mark, IT Ops Director, too, but more from the solution itself perspective. He has heard negative feedback from peers in other organizations. Luke, CTO, has no particular position. Ditto for Emiley, PMO Lead. The clock relentlessly spins its arms and after some discussions, the “Five minutes left in meeting” alarm pops-up in everyone screens. July takes again command of the meeting and states: “Okay, let´s get to a decision – every day that passes we are at risk, we must not postpone this anymore. I also have to jump to another call. I vote for the mentioned software, and I can have our friends from SuperDeploy next week on-site to define the implementation approach in order to get a formal proposal. So what is your final take, Tommy?” Tommy feels the pressure, he´s put on the spot. So he concedes. Mark makes a couple final rebukes but alas, “if July and Tommy agree, well, me too. So, yes”. The rest of the team robotically say “yes” and that´s it. The team adjourns the phone bridge. And we all say, “Geez, so, what just happened here?”
If you were paying attention, I guess you came to the conclusion that the aforementioned meeting was engineered to fail. Or more precisely, it lacked engineering. It was an ad-hoc, impromptu improvisation with no script, no guide, no agenda and no method, particularly for the moment of truth (the voting exercise). This is my core point: smart, logical, fact-based decisions are not taken like this. The scenario was perhaps exaggerated (lack of punctuality, lack of focus, short timeframe, etc.) but I think that we all have seen stuff like this in our careers. The voting exercise is the summit and culmination of it all. Once July makes her preference utterly clear and public (and that is the Highest Paid Personal Position or HIPPO) there is nothing left to be said. Her CIO role and commanding style pushes the rest of the attendees toward her preference. And the decision is taken.
So what´s to be done? I don´t have a one-size-fits-all answer, but First thing is to be aware of this issue which seems to affect us like a chronic disease to which we have become anesthetized. Secondly, I believe that this is the type of meeting (and particularly in a WFH / Remote culture) is the one that demands a more strict business approach: punctuality, pre-defined agenda, pre-defined time-slots, pre-defined priorities, pre-defined roles (eg, note-taker, chairman, etc.). And Third, I say that voting must not be taken lightly. The HIPPO(s) must be left at the end, for obvious reasons. If possible, the possibility of simultaneous voting tools should be considered, and perhaps in some cases, even private voting. Disclaimers should be warranted. Even second debates for final endorsement, maybe, in business critical matters. It´s a matter of creativity and tweaking an adequate solution for each org.
At the end, I believe the point is clear now: “Management is doing things right”, said Drucker. Let´s make sure that the second part of his quote – “Leadership is doing the right things” works out during voting exercises.
Fernando
Foto: Maña de Araña / Photo: Itsy Bitsy Spider
ESPAÑOL: no hay filtros digitales ni trucos post-edición alguna aquí. Esta foto es exclusivamente la captura del momento, auando con un poco de suerte con la luz y el enfoque. Miren esos detalles, esas ocho patas bien valen el esfuerzo de hacer zoom…
ENGLISH: no digital filters nor post-edit tricks here. This shot is solely the capture of the moment plus some luck with the light and a neat focus. Check out those details, those eight legs warrant a zoom…
Fernando
Opinión: Seduciendo al idiota que hay en mí
De sirenas, políticos y ahogados…
Una vez más y como le sucede continuamente a este su ensayista aficionado favorito (¡Plop!), pues me ha picado una idea. Como en tantas ocasiones, sucedió mientras tomaba una ducha. Me bajaba el champú por la cara (higiene antes que calvicie) y recordé un par de videos y noticias sobre campañas políticas muy actuales en un gran país del norte. En medio del jabón y la comezón en los ojos tuve que sonreír una vez más. Fue una sonrisa algo mordaz, mitad satírica, mitad tristona, con acentos de punzante ironía y notas de estoica aceptación. Noté de repente que tenía también un fuerte sabor a champú, lo que me trajo de vuelta a la realidad entre vertiginosos enjuagues faciales. Me propuse entonces poner por escrito el tema, para mi propia salud mental y nuestra íntima conversación. Les cuento ahora, ya seco y confortable, lo que estaba pensado.
Pensaba que la Política -con “P” mayúscula de “Planificar”, de “Perspectiva”, de “Pensar” -se supone que coloca en puestos críticos a personas calificadas para los mismos. Debería ser la venturosa conjunción de una demanda de altos requisitos con una oferta por ello muy especializada. Los puestos Políticos (senadores, alcaldes, ministros, presidentes, diputados y afines) demandan conocimiento, entrega y ética. Pero en estos tiempos que corren, los políticos (ahora sí, con “p” minúscula de “pillo”, de “patán”) son cualquier cosa menos eso. Hoy más que nunca los políticos (o para mayor precisión, la imagen que representan, construida a través de sus equipos de campaña, consultores y otros engendros de esa ralea) son más bien magos de feria. Diríamos, prestidigitadores baratos dedicados a distraer nuestra atención. Apelan a recursos audiovisuales, a retórica de embustero, a aspavientos infantiles. ¿Cómo es posible que haya políticos que aspiran a elegirse con eslóganes como “Balas, Bebés, Jesús”? (no me pregunten…) ¿Cómo puede un político en ejercicio de un cargo público de primer nivel dejarse decir que el gobierno “quiere saber a qué hora va usted al inodoro”? ¿Cómo puede alguien argumentar que las armas automáticas con que se cometen las masacres no son de manera alguna un elemento en esas tragedias? Estas y otras muchas preguntas me hacía yo mientras aplicaba el champú. Creo que emiten estos horripilantes cantos porque nos saben marineros asustados en medio de las tormentas actuales, con oídos prestos a sus voces de sirena. Son voces que simplifican problemas complejos, tonadas que cargan las culpas en “otros”, melodías que bloquean las conversaciones importantes. Entonces y a partir de burlas, cortinas de humo y otras canalladas matan la conversación. Y nosotros, como hipnotizados, ni nos hemos percatado de nada. Se acabó el diálogo y el debates. Sin apenas notarlo nos estamos dando de batazos defendiendo a la sirena de nuestra predilección. ¿Y el cambio climático? ¿Y la economía? ¿Y la desigualdad? ¿Y la deforestación? Nada, cero, conjunto vacío. De aquellos virulentos polvos, estos radioactivos lodos. Porque, de nuevo, de lo que se trata es de embrujarnos, de hechizarnos, de encontrar una fibra sensible (armas, aborto, religión… lo que sea) ante lo cual el resto del mundo se desvanezca ante nuestros ojos y convierta al político en un mesías de pacotilla. Se vende como ungido salvador para su ejército de hipnotizados seguidores con anteojeras ideológicas que aseguran paso de percherón.
“¿Qué hay de nuevo en todo esto?”, se preguntarán. Pues nada y todo. Nada porque los políticos siempre han utilizado este tipo de estratagemas. Todo, porque antes se trataba de la sirena que cantara más afinada, la de la mejor tonada. Antes también vendían humo, pero humo no tóxico. Hoy en día la calidad del gusto político promedio está a la par del musical, pues ahora se trata de seguir a la sirena más estruendosa, la más discordante, la más tóxica. A ratos pareciera que intencionalmente buscamos la peor opción. Algo así como locura colectiva. Nos guían solo las emociones, el enojo, nuestro cerebro primitivo, el “imbécil” reactivo e impulsivo que habita en mí. A ese tipejo no le importan razonamientos ni argumentaciones, una vez que se ha decantado por una opción, parece misión imposible sacarlo de su trinchera por más evidencias que salgan a la luz. ¿Por qué cuesta tanto decir “me equivoqué”? ¿Por qué tanto orgullo de nuestra parte? ¿Por qué hacemos de la política algo personal y eminentemente subjetivo, sin espacio alguno para la razón y los acuerdos? ¿Por qué siempre el grito y nunca la escucha? ¿Por qué?
Usualmente las referencias a las sirenas mencionan su belleza y sus cautivantes cantos. Lo que olvidamos de esta leyenda es la segunda y trágica parte del mito. Sí, aquella que cuenta que si un desgraciado marinero les escuchaba se lanzaba por la borda, siguiéndolas embelesado hasta el fondo para no salir jamás. Cuidado. Si vamos a prestar oídos a las sirenas modernas, hagamos las de Ulises y atémonos al mástil de la razón. Mejor aún, hagamos lo que su tripulación y tapémonos los oídos: somos débiles y ellas muy seductoras. La democracia actual se está convirtiendo en un circo de lo grotesco más que un análisis colectivo de problemas, contextos y candidatos. Y de paso, la turba de sirenas políticas está descoyuntando la sociedad.
Siento la necesidad urgente de otra ducha, les dejo.
Fernando
Foto de Stormseeker en Unsplash
PS: ya que estamos hablando de sirenas, terminemos con una nota más positiva. Un clásico…
Foto: A que no me ves / Photo: I bet you can´t see me
ESPAÑOL: no creo que fuera una coincidencia. Es más bien mimetismo. Los colores de este insecto son un calco de la hoja. Discreción y elegancia sobre seis patas.
ENGLISH: no coincidence at all – this is pure mimetics. The color palette of the insect is a reflection of the leaf. Discrete elegance on six legs.
TOP 10 Analogies to Project Management
Analogies are one of the cleverest tools to explain and communicate. Analogies transfer knowledge from realm to realm, clarifying the alien & vague through the lens of familiarity & acquaintance. A good analogy is like a “written picture”: worth a thousand additional words. As you can tell from the prior lines, I am a big fan of analogies, metaphors, allegories, and similar idiomatic formulas. Let´s use the tool on a favorite subject of mine which is Project Management. Let´s begin with the worst and run the list top down up to my personal favorites. With no further introductions, I give you the Top 10 Analogies to Project Management, as follows:
10. Stenographer: on the bottom of the list, the comparison of a PM to a stenographer (amanuensis). It is quite a misguided correspondence since stenography accounts only for literal transcription with no value added. In other words, it assumes a laid-back mechanization to Project Management which is the case. Furthermore, modern software platforms already do this automatically. In this sense, this analogy is more of a defamation than a fair comparison – we put it at the list´s basement, thus.
9. Executive Assistant / Tracker: in this second analogy the passive automation is less evident than the previous one, therefore I like it a bit more. Still, it doesn’t transmit the drive that the role demands. Project Management does imply massive tracking efforts (e.g., holding people accountable to deliveries / ETAs, etc.) but there´s much more to it. A PM must proactively make decisions, call to action, drive, plan. This figure does not conveys that fundamental part of the role clearly.
8. Military “Commander”: now on number 8 of the scale the military ranking analogies. The pros to this category of allegories is the fact that they depict discipline, decision-taking and risk management. However, cons are as varied as they are important. Project Management is not actually about fighting an “enemy” nor it supposes the authority degree and top-down command line that military forces proudly exert. Project Management also entails much more of negotiation skills and compromise, among other soft skills.
7. Expeditor: what I like about this one is the fact that emphasizes on the Schedule (formerly Time) Management area of Project Management. In my experience – and as per our modern world needs & trends – time is indeed the key restriction / driver against which projects are mostly driven. In other words, its the ultimate restriction. The downside is that once again, it leaves outside so much there is to the job. The Expeditor metaphor makes it to this position in the ranking, no more.
6. Coordinator: in the very middle of the list, the “Coordinator” term as a reference to a PM. It’s a fair one, I must admit, since it conveys the organizational aspects to the profession, including the need of dealing with multiple stakeholders with different needs and expectations. However, in my opinion the term has a bias to be acknowledged under the hood of the Execution phase of projects, which of course leaves out the Planning part of it – the secret sauce to successful projects.
5. Coach or QB: now on the second half of the list, beginning with the sports-world comparisons. The Coach analogy is nice – it conveys motivation, strategy, decisions, risk management. Quarterbacks are also a nice one – the role is a synonym to leadership, last-minute calls, working against the odds. The flipside to it is similar to the military figure comparisons – it transmits an “us against them” context that is not realistic.
4. Air Traffic Controller / Tower: what I really like about this one is the way it depicts in a very graphic way the Integration part to project management. Departures and arrivals are akin to deliverables and work packages, and the Tower synchronizes everything to perfection, optimizing the total output of the Team. Now to the cons of this one is the fact that air traffic is more like a continuous process that a project (there is no end to it) and the products (deliverables) are basically the same. Thus, the parable is good but indeed not perfect.
3. Router: we are now on the top three! First on the final countdown, the router. A router is a very “smart” piece of equipment. It is network gear that not only forwards information, but it also distributes it to the correct parties through the best path and in the correct format (protocol). It also must manage security aspects to it, timing, and errors. I very much like all that, but then the nature of the object per se – a router is a device – somewhat transmits a robotic picture to the profession that stalls this allegory in its current 3rd spot.
2. Orchestra Director: the Orchestra Director is a lovely way to picture a PM. It denotes the art to it, the subtle adjustments to be made during the Execution (and sometimes, not so subtle ones!) and the trust there should be between the Team. But then, to me, there is again bias in this figure toward the actual interpretation of the melody, that would be, toward the Execution phase of the project. That´s why it didn’t make it to the summit.
1. English to English Translator: I heard this one recently from a dear colleague of mine and it escalated immediately to the very top of my list. In an almost “poetical” way this analogy denotes the essence of Project Management. It succinctly captures the spirit of the profession: reading “between the lines”, chasing the true priorities, requesting clarification time after time, ensuring that actual communication happened (and not the illusion of it, as G. Bernard Shaw warned us). An outstanding allegory by all means – vague, you may argue, but it applies all across the timeline of projects, methodologies and frameworks. One analogy to rule them all!
This is my list, ranked from worst to best. Thinking aloud, perhaps the ultimate analogy would be a mix of some of the above. Perhaps. But then, this is just me – what is your favorite analogy? Did I miss any interesting ones? Share your comments please – feedback is the breeze that refreshes the mind, if yet one more metaphor is allowed in this post.
Cheers,
Fernando
PS: after writing this article, I recalled even other ones, such as a Juggler, managing many different priorities simultaneously, and even “herders”. Thoughts? Shoot!
Photo by Nick Fewings on Unsplash
Ardiente Búsqueda de Nuestra Ignorancia
El 4 de Julio de 1776 se redactó la Declaración de Independencia de los Estados Unidos en un salón de Filadelfia. En su segundo párrafo nos lega una frase para la posteridad:
“Sostenemos como evidentes estas verdades: que los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.”
Quisiera nos enfocáramos en el cierre de la frase, en esa “búsqueda de la felicidad”, en particular, en la parte de la “búsqueda” como tal. Déjenme explicarles: vi una charla Ted que me ha impactado profundamente (se las comparto más abajo para que la disfruten). La charla versa sobre búsqueda – particularmente, la búsqueda de la Ignorancia. Su autor y presentador, Stuart Firestein, nos ilumina con una revolucionaria y esclarecedora propuesta: nos propone que revirtamos todo el modelo mental que tenemos en torno a la ciencia & el conocimiento y su eterna danza con la ignorancia & lo desconocido. Firestein nos propone que invirtamos el orden de los factores, porque no se trata de que de la ignorancia nazca el conocimiento. Todo lo contrario: es un mayor conocimiento el que nos genera una mayor & mejor ignorancia. Para mí esa es una idea que verdaderamente merece la pena difundir.
Cuando escucho su discurso, vienen a mi mente algunas frases y aforismos de las grandes mentes de la historia. Permítaseme citar a algunos de estos ilustres difuntos, pues como bromea Firestein, no hay que dejar a alguien fuera de la conversación solo por estar muerto: “Al ampliar el campo del conocimiento, no hacemos sino aumentar el horizonte de la ignorancia” (Miller), “La verdadera ciencia enseña, por encima de todo, a dudar y a ser ignorante” (Unamuno), “Nuestro conocimiento es necesariamente finito, mientras que nuestra ignorancia es necesariamente infinita” (Popper), “Solo sé que nada sé” (Sócrates), “El gran problema con la humanidad es que los estúpidos están seguros de todo y los inteligentes están llenos de dudas” (Rusell). Dejemos la colección de citas afines al tema hasta aquí y que los finados no mencionados no se nos resientan: se les deja por fuera no por cadavéricos sino por pragmatismo.
Y sí, todos hemos escuchado alguna vez estas frases pero la presentación hinca el dedo en el meollo de la cuestión: es directa, divertida, didáctica. El autor nos impulsa a aceptar que el cuestionarse más y mejor no es sino el resultado directo de nuestro conocimiento. Porque no se trata de que, al saber más, haya menos por preguntarse y aprender, sino todo lo contrario – saber más nos eleva lo cual nos permite observar un panorama con nuevas cumbres por conquistar. Firestein se da el lujo de incluir al final de la breve alocución de poco más de dieciocho minutos una crítica a lo que denomina nuestro sistema “bulímico” de educación, el cual fuerza a los estudiantes a la ingesta desbordada de datos y conocimientos para luego escupirlos en los exámenes; sin mayor crecimiento intelectual de por medio.
Les insto de nuevo a tomarse el tiempo y mirar la disertación. Vivir es buscar y experimentar. Preguntar es casi un sinónimo de lo mismo – más sabiduría & conocimiento es causal directo de más y mejores preguntas. Saber es bueno, preguntar es mejor. Conocer es valioso, explorar es superior. Memorizar es útil, pero pensar es existir (se nos ha colado el difunto René en el tema subrepticiamente, aparentemente no quería quedarse por fuera…). Pensar nos hace humanos. Buscadores de felicidad y de ignorancia. Pensemos, pues.
Un abrazo,
Fernando
PD: hay un libro sobre el tema por el autor, les comparto el enlace aquí.
Photo by Klim Sergeev on Unsplash
El caso con el Caso de Negocio / The case with the Business Case
ESPAÑOL (English version below)
¿Por qué estábamos haciendo este proyecto? ¿Por qué estamos metidos en este “enredo”? ¿Para qué estábamos construyendo este producto? ¿Cuál era el objetivo último que perseguíamos? ¿Se justifica aún asignar tantos recursos a este asunto? ¿Cambió la regulación, el mercado, el contexto? Parece mentira, pero a todo Gerente de Proyectos, digo mal, a todo “Stakeholder” (Patrocinador, Gerente, Cliente, etc.) le ha ocurrido en más de una ocasión que las respuestas a estas preguntas no son cosa patente y evidente. Así es, las respuestas deberían ser casi una perogrullada. Pero el asunto no termina ahí: en la mayoría de los casos, no son las respuestas las que no están a mano, sino que olvidamos plantearnos continuamente las preguntas como tales. ¡Caramba! Es que estamos tan ocupados que casi siempre perseguimos a marchas forzadas la terminación de los entregables del proyecto sin cuestionar nada sobre el mismo. Veamos esto con un poco más de detalle, a continuación.
A lo que voy es que, en una organización gestionada de manera medianamente ordenada, en algún momento se hizo un análisis que justificaba el “dolor” asociado a la ejecución del proyecto. Eso se llama un “Caso de Negocio”. Si se hizo de manera apropiada, contendrá mínimamente una explicación del “por qué” del proyecto y el razonamiento que explica el haber escogido esa solución. Bueno,puede tener otros elementos, como las opciones para solucionar el problema ó necesidad, riesgos, costos y duración grosso modo, aprobaciones pero lo esencial es lo anteriormente explicado. Lo que ocurre es que ese problema o necesidad – ese “por qué” – y esa solución propuesta – ese proyecto – no son inmutables: nada lo es. Las circunstancias cambian. Cambia la legislación, cambia la tecnología, cambia el negocio, cambian los competidores, cambia el mercado, cambia el contexto mundial (¿alguien dijo últimamente pandemia, crisis de contenedores, crisis del mercado laboral, cambios demográficos, guerras?). El Caso de Negocio en su versión oficial 1.0 es una instantánea, una foto que respondía a un momento determinado. Sin embargo, por aprobado, se convierte en una especie de “undécimo mandamiento”, incontrovertible e incuestionable. Peor aún, normalmente se coloca “en el fondo de un cajón” – léase de un fichero digital – donde nadie lo vuelve a ver.
Atribuyo el citado comportamiento a nuestra carencia crónica de pensamiento crítico aunado a la sobrecarga laboral de la vida moderna. Actuamos entonces como autómatas, robots persiguiendo “deadlines”, hitos, entregables y semejantes. Se nos olvida pensar, cuestionar, debatir. Dicho lo anterior, la solución a este tan humano comportamiento fue identificada ya hace un buen tiempo. Me refiero a lo que plantea la metodología PRINCE2, la cual incluye en su modelo Puntos de Verificación oficiales para ventilar el Caso de Negocio – vamos, para ver si el proyecto aún “vale la pena” – al final de las diferentes etapas, incluyendo al finalizar el Proceso de Inicio de Proyecto, la Fase de Iniciación, durante las diferentes Etapas de Ejecución del Proyecto, a través del Control del mismo e inclusive al Cierre y en la Revisión de los Beneficios.
Más allá de perdernos en los detalles, lo que deseo destacar es el concepto como tal: el Caso de Negocio no debería ser nunca “letra muerta”. Supongo que podríamos hacer la concesión y en algunos tipos de proyectos de carácter iterativo o particularmente sencillos; pues limitar la revisión del mismo. Sin embargo, si el esfuerzo demanda diseño, transiciones, transformaciones, introducciones de nuevos productos & servicios o iniciativas de gran escala; pues me parece fundamental contar con validaciones periódicas del Caso de Negocio, siquiera para asegurarnos que “la brújula sigue orientada hacia la estrella polar”, si se me permite la marinera analogía.
Y usted, estimado lector, ¿tiene acaso algún caso con el Caso? Me atrevería a apostar que así es…
Saludos,
Fernando
ENGLISH (Versión en español arriba)
Why were we doing this project? Why are we in this “mess”? Why were we building this product for? What was the ultimate goal pursued here? Is it still logical to allocate so many resources to this “thing”? Did the regulation, the market, the context change? It is utterly amazing, but every Project Manager, I stand corrected, every stakeholder (Sponsor, Manager, Client, etc.) has fallen in the trap of not having the answers to these questions just at hand. That’s right, those answers should be almost a truism. But the issue does not end there: in most cases, it is not the answers that are not handy, but rather we continually forget to ask ourselves the questions as such. Alas! It’s just that we are so busy that we are almost always chasing the completion of the project deliverables without questioning anything about it. Let’s look at this in a bit more detail, below.
My point is that, in an organization managed in a fairly orderly manner, at some point an analysis was made that justified the “pain” associated with the execution of the project. That is called a “Business Case”. If properly done, it will contain at least an explanation of the “why” of the project and the reasoning behind choosing the selected solution. Well, it may have other elements, such as the options to solve the problem or need, risks, costs and duration roughly, approvals, but lets not get into the weeds. The trick is that this problem or need – the “why” – and this proposed solution – the “project” – are not immutable: nothing is. Circumstances change. Legislation changes, technology changes, business changes, competitors change, the market changes, the global context changes (someone said pandemic, container crisis, labor market crisis, demographic changes, wars?). The Business Case in its official version 1.0 is a snapshot, a photo that responded to a specific moment. However, once approved, it becomes a kind of “eleventh commandment”, incontrovertible and unquestionable. Worse still, it is usually placed “at the bottom of a drawer” – a digital folder – where no one sees it again. Oblivion.
I attribute the aforementioned behavior to our chronic lack of critical thinking coupled with the work overload of modern life. We then act like mechanisms, robots chasing deadlines, milestones, deliverables and the like. We forget to think, question, debate. That said, the solution to this very human behavior was identified a long time ago. I am referring to what the PRINCE2 methodology proposes, which includes official Verification Points in its model to air the Business Case – come on, to see if the project is still “worth it” – at the end of its different stages, including the finalize the Project Initiation Process, the Initiation Phase, during the different Project Execution Stages, through its Control and even at the Closure and in the Review of the Benefits events.
But lets not get lost in the details: what I want to highlight is the concept as such: the Business Case should never be “dead letter”. I suppose we could make the concession and in some types of projects that are iterative or particularly simple; then limit the review of it. However, if the effort demands architectural designs, transitions, transformations, introductions of new products & services or large scale endeavors, it seems essential to me to have periodic validations of the Business Case. This event for the sake of ensuring that “the compass is still oriented towards the North Star” , if I may use a nautical analogy.
And you, dear reader, do you have any case with the Case? I bet you do…
Cheers!
Fernando
Photo by Kevin Noble on Unsplash