De las oportunidades que traen los virus & similares calamidades
Dicen los viejos que “no hay mal que por bien no venga”. Es una hermosa manera de transmitir optimismo aún en las circunstancias más difíciles. Y, si hilamos fino, es también una invitación a buscar, a actuar, a encontrar las oportunidades ocultas cuando arrecian las crisis. Crisis en sinónimo de cambio, de súbita alteración de las circunstancias. Si sabemos dónde buscar y cómo administrar el cambio, a largo plazo las crisis – como la actual tormenta del coronavirus COVID-19 – bien pueden aportar beneficios.
Recien leí un artículo en la revista The Economist que trata precisamente el tema. Nos dice el artículo en cuestión que el coronavirus servirá como acelerador – más bien como catalizador – para los esquemas de trabajo remoto (“Work From Home” – Teletrabajo) y similares. También apunta a que las cadenas de abastecimiento (“Supply Chains”) se tensarán al máximo. Inevitablemente, algunas fallarán. Por ende, las políticas de manejo de inventarios de algunas corporaciones podrían eventualmente revisarse. Asimismo, se hace patente la necesidad de re-considerar la distribución actual de los centros de producción: la enorme dependencia que tiene el mundo con China, India y otros países se ha hecho evidente. Algunas empresas pueden buscar nuevas tierras.
Mi patria, Costa Rica, no escapa a esta realidad. Y como en río revuelto habría ganancia de pescadores se me ocurren algunas cosas que podemos hacer (el estimado lector aportará las propias). En primer lugar, creo que documentar adecuadamente el nivel de respuesta de nuestro resiliente sistema de salud nacional y los resultados conseguidos al afrontar esta tremenda prueba es una gran idea. Estos datos pueden ser luego usados como insumos para publicidad y mercadeo de nuestro país – los financistas, las transnacionales y otras entidades supranacionales buscan confianza y seguridad a la hora de invertir. Ser un país “resistente a las pandemias” se convertiría en parte de nuestra marca-país, atrayendo nuevas industrias y empresas preocupadas por la ya mencionada dependencia con China y otras geografías.
Asimismo, los esquemas de teletrabajo entraron en servicio a marchas forzadas. Siendo así, vale la pena que las autoridades competentes (gerentes, directores, supervisores, tanto del sector público como privado) lleven a cabo mediciones y comparaciones de la productividad durante este período. ¿Para qué? Bueno, si no hay una disminución drástica de la misma – y ni hablar en caso de que aumente – pues tenemos entonces evidencia contundente de que es YA la hora de implementar esta política a gran escala. En algunas instituciones y/o departamentos, sería interesante medir la productividad inclusive a nivel individual: hay gente que simplemente no está lista para esto y otra que sí lo está.
La crisis resalta también la importancia de la conectividad, para así soportar adecuadamente un masivo teletrabajo. Costa Rica necesita con carácter de máxima urgencia implementar mejoras en las redes y velocidades de conexión de datos: estamos hablando de fibra óptica, conexiones simétricas, 5G, redundancia en los cables submarinos, etc.
Hay muchas otras aristas que analizar: aspectos como la independencia alimentaria, impulsar la digitalización & acceso remoto a todo tipo de trámites estatales, reforzar nuestras porosas fronteras terrestres, mayores filtros en puertos y aeropuertos, ofertar paquetes turísticos “blindados” (seguros de viaje, sin cargos por cambios, etc.). Se puede pensar también en telemedicina, en la regulación y estandarización de los actuales protocolos de limpieza en el transporte público. Hay muchos procesos por mejorar, como identificar cual es la frecuencia idónea para la entrega de medicamentos en la CCSS. Hasta el menor tránsito en las calles puede utilizarse para acelerar el trabajo en proyectos viales, puentes, mantenimiento ferroviario y similares. Y valga mencionar que todos deberíamos aprender de una vez y por todas la manera correcta de saludar, estornudar, toser y lavarse las manos: cuantas gripes, influenzas, resfriados y epidemias podrían evitarse; quitándole presión al sistema de seguridad social.
Como conclusión, comprendamos que no hay que llamarse a engaño: este tipo de eventos no solo se repetirá, sino que es posible que llegue a ser la nueva norma. El cambio climático, la globalización, los renacientes nacionalismos, las migraciones y las guerras comerciales así lo sugieren. Estamos ante lo que el Pentágono caracterizó como un mundo Volátil, Incierto, Complejo, Ambiguo (mundo “VUCA” por sus iniciales en inglés).
De forma tal que cuando perdamos, no perdamos la lección. Sigamos adelante: la patria nos necesita. Iba a despedirme con “un abrazo” pero mejor no: que sea un golpecito de codos.
Fernando
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PD: Les dejo abajo un video que le sube el ánimo a cualquiera – algo que todos necesitamos: ¡que regresen pronto los abrazos!
One thought on “De las oportunidades que traen los virus & similares calamidades”
mivisaPosted on 10:22 pm - Mar 13, 2020
Puedo agregar que al bajarse producción y el transporte automotor… por ej en China ….también se reduce la contaminación
PabloPosted on 10:14 pm - Mar 14, 2020
Identificar oportunidades de mejora en el plan de continuidad del negocio en cada organización, incluyendo los hogares.
Difícilmente se pueda construir un hospital en 10 días pero debería tenerse identificado los lugares donde se podría atender pacientes de manera aislada, sin mezclarlos con pacientes que tienen otros padecimientos.