Costa Rica: Sentido homenaje a Don Rodolfo Méndez Mata
Ninguna persona ha sido honrada por lo que recibió. Los honores se extienden por lo que ha dado. Calvin Coolidge.
El 3 de enero de 1937 – hace casi 83 años – vino al mundo don Rodolfo Méndez Mata. Nacido en San José, cursó la primaria en la escuela Juan Rudin y la secundaria en el Colegio Seminario. Se graduó luego como Ingeniero Civil en la prestigiosa Universidad de Kansas, Estados Unidos. Hombre de familia, procreó cuatro hijos.
Don Rodolfo ha ejercido variados cargos públicos, incluyendo el de Diputado de la República (1994-1998), Ministro de la Presidencia (1990-1992) y es el único costarricense (a mi entender) que ha ejercido el cargo de Ministro de Obras Públicas y Transportes en tres ocasiones, como lo atestiguan sus años de servicio en el puesto entre 1978-1982, 1998-2000 y desde el 2018 hasta la fecha. Es precisamente este último periodo de servicio público el que me ha impulsado a escribir este artículo. Dicen que los honores deben extenderse en vida: sean entonces estas líneas mi humilde contribución al honor que don Rodolfo merece. Porque… ¿Quién, pasados sus 80 años y merecidamente jubilado, optaría voluntariamente por salir del retiro para ejercer de nuevo la complicadísima, casi tortuosa labor de regente del MOPT? Hay que estar loco – y don Rodolfo está más lúcido que todos nosotros – o bien tener una vocación profesional sobresaliente, amén de una voluntad y espíritu de servicio casi sobrehumanos.
Son precisamente esas cualidades, aunadas a su experiencia y calidad profesional, las que están convirtiendo su actual gestión en la más productiva que ha tenido el alicaído MOPT durante los últimos 40 años. Y no lo dice únicamente quien suscribe, lo reconocen voces tan variopintas como Olman Vargas, Director del Colegio de Ingenieros y Arquitectos; la Directora de la Cámara Nacional de Transportes, Silvia Bolaños; Rubén Vargas, Secretario General de la Unión de Taxistas y muchas otras.
La evidencia soporta estas positivas opiniones: nunca habíamos visto tanta obra en inminente o franca ejecución. Considérense la ampliación de la vía Limonal-Cañas, la ruta 32, Lindora, Circunvalación Norte, pasos a desnivel en esa misma ruta, pasos a desnivel en la ruta a Cartago, asfaltado en la ruta a Monteverde, los pasos a desnivel en la carretera a Cartago, la próxima ampliación de la ruta 1, las vías exclusivas para el transporte público, el puente del Saprissa, solo por mencionar algunas intervenciones.
De mi parte, quisiera simplemente extender un reconocimiento a don Rodolfo acompañado de un sentido agradecimiento. Su valentía, su voluntad y su capacidad están a punto de resolver una serie de “nudos viales” (espejos de nuestros nudos mentales como sociedad) que han tenido ahogado al país por décadas. Que Dios le conceda muchos años más, caballero, para que mire prosperar su obra, la cual debe ser reconocida por todos los costarricenses de esta y las próximas generaciones.
PD: Estoy terminado de escribir este artículo cuando miro en las noticias que pronto iniciarán además las obras para acabar con los problemas de tránsito asociados a los semáforos de los Hatillos. ¿Será posible que pronto podamos circular sin detenernos a lo largo de toda esta crucial carretera? Les propongo una idea: bauticemos al anillo de circunvalación como la Ruta Nacional Rodolfo Méndez Mata.
ARTÍCULO PUBLICADO EL 27 DE NOVIEMBRE EN EL DIARIO DIGITAL CR HOY