La carta de despedida del león Kivú

La carta de despedida del león Kivú

Este artículo fue publicado en varios medios y se volvió viral en todo el país. Fue además utilizado en el homenaje rendido a Kivú por parte de ZooAve en el aniversario de su muerte. Les comparto unas fotos de ese evento abajo, donde fuí amablemente invitado.

AUDIOHomenajeKivu

Amigos: primero que todo, déjenme confesar que los extraño. Sé que eso no suena como palabras de león, pues tenemos fama de tipos rudos y solitarios, pero pasamos tantas lunas juntos en ese odioso lugar, en donde solo podíamos sospechar nuestras presencias por ruidos y aromas, sin jamás vernos o interactuar, que no puedo menos que extrañarlos. Yo tampoco soy insensible. Añoro el olor de la danta, los gritos de los monos, los chapoteos de los cocodrilos. Evoco la amena charla de las aves. Supongo que la desgracia une en una extraña fraternidad a los más distintos caracteres… A todos ustedes, amigos, les escribo porque presiento que está cercana mi hora: estoy cansado, me duelen los riñones y ya ni la más tierna carne abre el otrora abundante apetito. Antes de partir hacia las sabanas eternas, quería simplemente contarles que aún hay esperanza. Y es que, después de incontables días de rutina, de infinitas rondas en mi jaula de piedra bajo la perenne y morbosa mirada de “ellos”, tras tantas y tantas noches en vela rugiendo por la libertad, reconozco que en estas últimas semanas he conocido la felicidad.  Desperté en un nuevo hogar. Mis garras ahora conocen el abrazo de la hierba. Pude recostarme en la tierra, y no en aquel piso frío. Por fin pude intimar con los árboles que tanto celebraban las aves con sus gritos. Estiré un poco las piernas, pues tengo más espacio, al menos el suficiente para un león viejo y cansado. Y por encima de todo, pude ser yo mismo, sin que me espíen inmisericordemente. Amigos, estoy cansado, pero estoy listo para irme: cuando ya había abandonado toda esperanza, se cumplió mi sueño y por unos días, me sentí todo un león, dueño y señor de sabanas y selvas. Me gusta pensar que así se sentían mis abuelos, y que estarían orgullosos de mí sí me vieran…

Pero bueno, ya es suficiente la historia conmigo. Lo que realmente quería transmitirles era algo de esperanza. Mis instintos felinos me dicen que viene algo bueno para todos ustedes también. Nada es para siempre, y esas jaulas y esos barrotes que nos roban la libertad tampoco lo son. Y no lo digo porque los hierros estén viejos y oxidados, eso es lo de menos, sino porque noto un cambio más sutil, un cambio que se está gestando en “ellos”. Lo veo en sus miradas, lo siento en su trato. Cada vez son más los que nos miran con ojos de igualdad y de respeto. Estoy convencido de que sus espíritus están retornando a la manada. Una vez que haya partido, mi nombre resonará en la conciencia de todos “ellos”. Quizás algunos de ustedes, los 346 animales que habitan esa horrible prisión de la que escapé hace solo unas semanas, lleguen también a sentir un atisbo de lo que es la libertad antes de morir: lo deseo con todos los rugidos de mi corazón. Libertad, igualdad, fraternidad… a veces me pregunto si “ellos” conocen el verdadero significado de esas palabras.

Y bien… se supone que soy tipo duro, de pocas palabras. Dejémoslo hasta aquí, porque la verdad, odio las despedidas. He dicho lo que tenía que decir. A ustedes, amigos, les deseo paz y esperanza. A “ellos”, compasión y entendimiento. Y adiós. ¿Quién lo hubiera dicho? Aparentemente, después de todo, sigo siendo el Rey…

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One thought on “La carta de despedida del león Kivú

Juan GPosted on  2:31 pm - May 2, 2018

Este articulo me conmovio hasta las lagrimas cuando lo lei hace un par de años. Gracias! Que hermoso mensaje. Y Gracias Kivu por todo

MariaPosted on  6:18 pm - May 2, 2018

Me pregunto si algún día seremos tan civilizados como los animales….
Mariam

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